Un repudiado Michel Temer se aferra a la Presidencia

AutorAnne Vigna

RÍO DE JANEIRO.- "Si lo empuja mos, Temer cae", es la nueva consigna que se grita en las manifestaciones en Brasil para exigir la renuncia de Michel Temer (del centroderechista PMDB) a la Presidencia, cargo que detenta desde mayo de 2016, a raíz de la controvertida destitución de Dilma Rousseff.

Brasil revive su crisis política, pero esta vez la izquierda es la que está en la calle. Aunque los brasileños intentan empujarlo hacia la salida, Temer se niega a renunciar, pese a su implicación en un nuevo escándalo de corrupción.

El pasado 18 de mayo el diario O Globo, que apoyaba al presidente, publicó una grabación de audio en la que Temer aprueba el pago de sobornos a su antiguo aliado, Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados y quien impulsó el proceso de destitución de Rousseff.

En dicha grabación Temer conversa con

Joesley Batista, propietario de la firma JBS, la mayor empresa mundial de cárnicos. En la conversación, Batista informa al presidente que Cunha -quien cumple una condena de 15 años- sigue recibiendo sobornos.

Es para "mantenerlo mudo", le dice Batista a Temer, en referencia a que los sobornos sirven para que Cunha no colabore con la justicia. "Tiene que seguir así", aprueba el presidente.

Batista tenía una grabadora portátil escondida en el saco de su traje, la cual no fue descubierta en la entrada del Palacio de Jaburu, la residencia de Temer. El encuentro se llevó a cabo el 7 de marzo a las 23:00 horas y fuera de la agenda oficial.

Temer no desconfió de Batista ni imaginó que en ese momento el empresario ya estaba colaborando con la justicia a cambio de una reducción de su condena.

Una maleta con dinero

A diferencia de los líderes de la empresa Odebrecht, que comenzaron a hacer "delaciones recompensadas" cuando ya estaban en la cárcel, las de los ejecutivos de JBS se hicieron en total secreto. Es justamente con el objetivo de aportar pruebas sobre malversaciones que Batista grabó al presidente.

En la misma conversación, el empresario le dice a Temer en varias ocasiones que está sobornando a jueces y procuradores para mantenerlo informado de los avances de la investigación contra la corrupción. En todos los casos, el presidente aprueba la conducta delictiva en lugar de denunciarla.

Más adelante Batista le pregunta a Temer con quién podría resolver un problema que tiene su empresa. Temer dice que con Rodrigo Rocha Loures, diputado de su partido, el PMDB, y hombre de toda su confianza. Se entiende que el pedido de Batista no es para un negocio legal, sino uno que implica la influencia política del diputado, respaldado por el presidente. En efecto, se trata de un "favor" para evadir la ley: en este caso, una decisión de la institución que regula en Brasil la competencia entre empresas.

Varios días después Batista se encuentra con el diputado, a quien le promete 5% del contrato a cambio de su "intromisión" en el tema. El acuerdo consistía en que Rocha...

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