La reputación de mi vacuna

AutorMarta Lamas

Jonás fue aclarando punto por punto mis dudas y aprendí varias cosas, entre ellas que el promedio de trombosis ocurridas ahora es el mismo que ocurría desde antes de la pandemia y que, aunque no existe un riesgo especial con la AstraZeneca, siempre hay una minoría a quien una vacuna le cae mal. Pero él fue muy enfático en que el riesgo de contraer covid era mucho mayor.

Mi temor lo compartían también unas amigas coyoacanenses, ya vacunadas con la de Pfizer, quienes me sugirieron presentarme en Coyoacán con el predial del departamento de mi hermano. Me negué pues, por un lado, Jonás me había convencido, y por otro, me incomodaba hacer esa trampa.

Así, con una mezcla de actitud cívica y resignación por mi destino, llegué al Deportivo Plateros el jueves 1 de abril.

Me impresionó la impecable organización y el buen trato con que nos recibieron a los cientos de personas con quienes coincidí. En 45 minutos salí muy oronda y orgullosa de la eficiente y atenta labor del gobierno de Claudia Sheinbaum. Con todo, desde un principio, el brazo donde me vacunaron empezó a manifestar molestia y ardor, y por la tarde se inició la fiebre. Para la noche no sólo me dolía el brazo, también el lado izquierdo del cuello y una sensación rara me recorría el cuerpo. Pasé muy mala noche, entre la fiebre, un ardor fuerte en las pantorrillas y mi cabecita loca imaginándome los trombos que la vacuna me estaba produciendo.

Otras amigas, que también recibieron la AstraZeneca, no tuvieron ninguna molestia (ni siquiera les dolió el brazo), pero ellas no habían seguido, como yo, los comentarios mediáticos acerca de los supuestos riesgos de esa vacuna hecha en Oxford. En cambio, mi amigo Jorge, cuando supo que le tocaría la AstraZeneca, decidió no vacunarse. ¡Uf, qué miedo!

En el periódico El País leí la entrevista que Pablo Linde le hizo a Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología y uno de los técnicos que asesoran al gobierno español en su plan de inmunización frente al coronavirus. Aunque la evidencia científica sostiene que la vacuna es segura y muy eficaz para personas de cualquier edad, en la Unión Europea se establecieron distintos topes de edad, que se contradicen entre ellos. Según este experto, "es inaceptable que cada país de Europa tenga criterios distintos para la vacuna de AstraZeneca, y la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) es la que debe regular su uso, pues la confusión existente le provoca daño no sólo a AstraZeneca, sino a...

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