La resistencia contra Hitler, otra herida abierta en Alemania

AutorYetlaneci Alcaraz

BERLÍN.- Con la suficiente sangre fría que ameritaba el momento, el coronel Claus Schenk Graf von Stauffenberg colocó a unos metros de Adolfo Hitler el portafolio que contenía el artefacto explosivo, lo puso debajo de la mesa donde se ubicaban los mapas con las estrategias de combate.

La reunión en la Guarida del Lobo, como se conocía al cuartel militar del líder nazi ubicado en la antigua Prusia oriental -hoy Polonia-, había comenzado con algunos imprevistos que por algún momento hicieron pensar al conspirador que tendría que abortar el plan por tercera vez. Pero no fue así.

Iniciada la junta y con el explosivo activado, Stauffenberg buscó un pretexto para abandonar la sala. Se dirigió al auto en el que su chofer ya lo esperaba y se alejó con calma. Alcanzó a ver y escuchar la detonación que -estaba seguro- había matado al dictador. Eran las 13:00 horas del 20 de julio de 1944.

El atentado contra Hitler, organizado por miembros del ejército alemán, buscó desmantelar al régimen nacionalsocialista para poner fin a la guerra y rescatar a Alemania del precipicio.

Los militares encabezados por el Stauffenberg apostaron a que una vez muerto Hitler, el ejército tomaría las riendas del país apoyándose en la denominada "Operación Valquiria", un plan secreto elaborado en el Alto Mando del Ejército de Tierra, con el objetivo de sofocar posibles levantamientos y disturbios.

Pero el plan falló: Hitler resultó con heridas leves; el saldo fue de cuatro muertos y 20 lesionados que se encontraban en la sala de juntas en la Guarida del Lobo.

Tras horas de incertidumbre y confusión, los golpistas no lograron imponerse y Hitler y los suyos tomaron el control de la situación. La madrugada del 21 de julio los coroneles Claus Schenk Graf von Stauffenberg y Albrecht Ritter Mertz von Quirnheim, así como el teniente Werner von Haften fueron ejecutados. Se les señaló como cabezas del intento de asesinato y golpe de Estado contra el Fuhrer.

En los días posteriores, la Gestapo -la policía secreta nazi- detuvo a cerca de 600 personas sospechosas de haber participado en el ataque. El Tribunal del Pueblo condenó a una centena de detenidos a la pena de muerte y fueron ejecutados.

La oposición

En el calendario de las efemérides alemanas, el día de la Resistencia Alemana (el 20 de julio) ha sido subestimado y poco entendido. Durante los años inmediatos de la posguerra, el atentado fallido y sus orquestadores fueron sinónimo de traición, debilidad y oportunismo para la...

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