La reunificación, un viacrucis

AutorLourdes Cárdenas

EL PASO, TEXAS.- Decenas de organizaciones civiles, agrupaciones de abogados y centros de apoyo a inmigrantes en Estados Unidos han volcado sus esfuerzos en una meta: reunificar en el menor tiempo posible a cientos de padres separados de sus hijos por las políticas antiinmigrantes de Washington.

No es tarea fácil: cuando el gobierno federal lanzó su política de separación de familias como estrategia para desalentar a los solicitantes de asilo y en general a la inmigración indocumentada, no tenía un plan claro para la reunificación. Ahora ese esfuerzo recae en la propia familia y en quienes los ayuden.

"Crearon un problema enorme", dice Rubén García, director de Annunciation House. "Implementaron esa política sin tener una estrategia clara para la reunificación".

Annunciation House, organización civil dedicada a brindar apoyo a inmigrantes, recibió el 24 de junio al primer grupo de migrantes liberados después de que el gobierno removió los cargos federales en su contra por entrada ilegal al país.

El grupo de 32 personas, la mayoría centroamericanos, fue recibido por voluntarios y abogados que estaban listos para iniciar la búsqueda y el proceso de reunificación de esas familias. En la mayoría de esos casos, los padres sabían a qué lugar fueron llevados sus hijos, pero no habían logrado tener contacto con ellos.

Zulma, guatemalteca de 27 años, fue separada de su hijo de 12 años unas horas después de entregarse el 26 de mayo en la frontera entre El Paso y Ciudad Juárez. En el mes que estuvo detenida intentó infructuosamente averiguar el paradero de su hijo, hasta que finalmente una trabajadora social de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) le informó que el niño estaba en Denver.

"Esta tarde podrá hablar conmigo", dijo Zulma con la voz entrecortada. "No saber dónde estaba, no saber si lo volvería a ver, ha sido lo peor que me ha pasado. Eso no se le hace a nadie".

"Mucha burocracia"

Localizar a los hijos es la primera parte de un proceso laborioso y complicado. La segunda parte, aún más difícil, es lograr la reunión.

Una vez que la familia es separada, el Departamento de Seguridad Nacional asigna al padre o a la madre un número como extranjero y lo mismo hace con el menor. En teoría los padres pueden saber a dónde llevaron a sus hijos marcando un número 1-800, donde les informan del paradero de los menores.

Pero múltiples testimonios de padres y abogados coinciden en que ese sistema funciona sólo en el papel. En ese número los...

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