Reyna del Campo / De Carlitos al 'Turco'

Sentado en un sillón de piel, reclinable, con el clima puesto y una cerveza bien fría en la mano derecha, Carlitos Barra meditaba el sábado si veía o no el partido de sus ex Rayados.

"¿Qué tanto cambio habrá en los muchachos? ¿En serio no me querían? Necesito verlo con mis propios ojos, no pueden ser tan malos", pensaba mientras se despedía de su esposa, que se estaba yendo a una fiestecita con sus hijos.

Ella, preocupada por dejar solo a Carlitos, tuvo que retirarse, pero sabía que era preferible darle un poquito de paz y tranquilidad para que viera el partido. A final de cuentas, su despido de Rayados era algo que debía digerir tarde o temprano. Total, se fue.

Solo, Carlitos decidió sintonizar el partido. Escuchar a la afición corear al "Turco" Mohamed le dolió en el alma. "Le di años a este equipo, a esta afición, medio los rescaté cuando corrieron a Cruz y terminaron odiándome y criticándome. Y a este boludo le ponen casa. ¿Somos malinchistas los mexicanos?", pensaba mientras le daba tremendo tragote a la cheve.

La historia dice que sí, por cierto. Somos malinchistas. No por nada en las televisoras contratan a conductoras en programas deportivos que no saben ni pronunciar el nombre de los futbolistas, ah, pero están bien buenotas, ¿no?

Total. Entre los pensamientos de Barra, el buen Carlitos, iba y venía una y otra vez lo que pudo haber hecho con la "tropa colombiana". "Debí ser más duro, no dejarlos que se crecieran. Si yo me porté tan bien, ¿porqué me dieron la espalda?", se preguntaba una y otra vez mientras arrancaba el partido.

Cuatro...

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