Romero Deschamps y el principio de no repetición

AutorRicardo Raphael

Su principal pecado ha sido traicionar a sus representantes, una y otra vez. Ambicioso sin recato, amasó una fortuna económica muy grande que no habría podido explicar sin la impunidad política que le entregaron cinco presidentes de la República.

Entre muchas, una traición documentada es el dinero que arrebató a los trabajadores del sindicato, provenientes de una cuenta en un banco de Nueva York.

Desde 1991 la revista Proceso cubrió lo que en su día se llamó El Mega Fraude del Sindicato Petrolero; una operación fraudulenta en la que esa organización gremial se comprometió a vender petróleo a un cliente en los Estados Unidos sin que jamás cumpliera.

El cliente defraudado presentó una denuncia en los juzgados de Texas por la cantidad de 300 millones de dólares y con ello logró, entre otras garantías, que quedara congelada una cuenta del sindicato que contenía 43 millones de dólares.

Diez años más tarde el sindicato contrató al abogado Carlos Ryerson, un profesional con más de 30 años de trayectoria, para que recuperara ese patrimonio. El litigante logró, en parte, resolver la misión encomendada: obtuvo para los trabajadores del sindicato petrolero la cantidad de 21 millones de dólares. El resto fue a dar a los bolsillos de la contraparte.

Pero ahí no terminó esta historia: en cuanto Ryerson firmó el acuerdo referido -a nombre del sindicato de Pemex-, Carlos Romero Deschamps decidió destituirlo como representante legal de su organización en ese litigio.

Fue entonces que el viejo abogado texano demandó a Romero Deschamps porque, según su dicho, esa destitución tuvo un solo propósito: embolsarse personalmente los 21 millones de dólares que eran patrimonio de los trabajadores.

Los detalles de este otro presunto fraude se encuentran en el caso 3:05-cv.00092 presentado contra Carlos Romero Deschamps en la división de Galveston de distrito sur de Texas.

Ahí Ryerson acusa al líder sindical de atentar contra los intereses de su sindicato por razones políticas, pero sobre todo para beneficiarse financiera e individualmente.

"La conducta de Romero Deschamps es constitutiva del delito de fraude," acusó el abogado en febrero de 2005.

Al final de este pleito jurídico, el líder petrolero salió ganando ya que, por un par de artimañas legales, logró que el juez dejara a Ryerson fuera del pleito entre él y los trabajadores y, en consecuencia, que el dinero recuperado no ingresara a la cuenta del sindicato de Petróleos Mexicanos.

Después de revisar la evidencia...

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