Ronda desempleo al Angel
El Angel de la Independencia no sólo es crucero de Reforma y Florencia, también lo es de 49 desempleados que cada día salen al monumento a ganarse la vida entre el tráfico.
La faceta laboral de las calles de la Ciudad de México ya no es exclusiva de los niños de la calle y los limpiaparabrisas, sino de volanteros uniformados y contratados por agencias de publicidad y así, Office Max o Bayer regalan descuentos o aspirinas a la par de la venta de máscaras de Hulk y peluches de Nemo.
Después de las diferencias en el color de la piel y el vestido de los representantes de las marcas conocidas en comparación con los vendedores de artículos piratas, todos son parte del subempleo que no permite acceso a ningún derecho laboral o a servicio de salud.
Martín Gudiño, de 17 años, radica en las paradojas. Vive en Santa Fe junto a los edificios de condominios, pero en la parte pobre. Trabaja sobre el Paseo de la Reforma, al lado de los grandes corporativos, pero vende tarjetas de teléfono de 9:00 a 16:00 horas con una comisión del 6 por ciento por pieza.
"Tengo un mes trabajando por aquí, vengo diario y saco unos 120 pesos diarios. Ayudo en la casa y me puedo mantener en la escuela. Estudio Contaduría Privada en el Conalep de Las Aguilas", explicó Martín; "si me pagan con un billete falso o me asaltan yo tengo que pagar el faltante. Apenas me acaba de pasar este viernes".
A no más de 50 metros, en la desembocadura de Florencia, Rafael González también se haya enfundado en el uniforme amarillo; fue archivista de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de donde se jubiló con una pensión de 4 mil pesos mensuales.
"Yo completo con unos 3 mil 500 pesos mensuales la carrera de Pedagogía de mi hija. En realidad, a estas alturas difícilmente se puede encontrar trabajo.
"Creo que mi situación y la de todas las personas que necesitamos trabajo tiene como responsables a las pandillas del PAN, del PRI y del PRD que por sus ambiciones nos pasan a amolar a todos los demás", expresó González.
El grupo no permanece estático, sino que cambia de crucero con cierta frecuencia para probar mejor suerte. Los repartidores de propaganda, a quienes se les pagan 150 pesos diarios, suelen ser trasladados a otros puntos para continuar con la promoción de la marca.
Los limpiaparabrisas consultados, incluidos los niños, llegan a ganar, en una buena jornada, 250 pesos, pero, las mejores ganancias están entre quienes venden algo.
Con frecuencia, los dulceros y demás vendedores, así...
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