Ronda la muerte en tétrico sótano

La historia se fue entretejiendo con datos esporádicos, que al final armaron el más tétrico relato de horror en el subsuelo de los hospitales...

Yo guardé silencio, también sabía información que muchos de los trabajadores desconocían. Abajo del complejo de hospitales se construyeron pozos del tamaño de grandes habitaciones, los cuales llenaron de agua con el fin de soportar el peso, los sismos y los hundimientos.

El líquido en algunas zonas no llega a los 50 cm, y dentro del cubo puede estar una persona de pie. El tiempo ha corroido las estructuras poco a poco y entonces se fueron comunicando entre sí, formando un verdadero laberinto lleno de recovecos, oscuridad y una leyenda de terror.

Todo comenzó en el año del 85, el 19 de septiembre, el hospital se hundió por debajo del nivel del segundo piso, lleno de médicos, enfermeras, familiares y pacientes. Rodeados de escombros, asilados del mundo el entorno, fue para ellos brutal.

A partir de las 7:19 horas, los damnificados vivían en catacumbas rodeados de gemidos, polvo, lágrimas y pánico, el reducido espacio se fue llenando de certezas y del fuerte olor a realidad.

El tiempo fue agotando para los sobrevivientes la esperanza de ser rescatados, sólo los fuertes sobrevivirían, los débiles como pequeñas llamas se fueron apagando. Sin alimentos y la poca agua que escurría entre los resquicios se tomó la decisión de vivir a cualquier precio.

El aspirante a caníbal cogió un pedazo de vidrio y cortó el trozo de su cuerpo inerte, lo masticó despacio, miró a sus compañeros y tragó el bocado, algunos afectados hicieron un mohín repulsivo y se resignaron involuntariamente a la inanición.

El antropófago pasó la prueba de fuego, saciado el apetito encaró las alternativas, pensó con más lucidez y decidió aferrarse al instinto de supervivencia, ya estaba cebado, lo demás fue cuestión de tiempo.

Los años pasaron, el destino me llevó a otro hospital.

Me encontraba recibiendo el turno cuando recibí un memorándum. La cara del director mostraba inquietud, el anuncio fue escueto:

- Se han perdido varias piezas de patología, (extremidades mutiladas quirúrgicamente que a veces los familiares no reclaman) y un cuerpo que estaba en el depósito muestra signos de mordidas.

Otra vez los sótanos. Querían investigar pero seguí guardando silencio, el tiempo cura las heridas y es mejor que mil argumentos. Traté de olvidar, no bajaba al sótano, mi turno nocturno lo hacía lejos de la planta baja, a veces alguien salía al...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR