El ruido de las mañaneras

AutorArturo Rodríguez García

El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene prisa. Ofrece un saludo inicial y pide ir al grano. Anuncia que iniciará su conferencia de prensa en la primera fila (como ocurre casi la mitad de las veces), mientras su dedo apunta a quien, acto seguido, se presenta como Nancy Rodríguez, de Oro Sólido. Entonces se inicia el siguiente intercambio. La comunicadora le recuerda al mandatario que ha mencionado en días pasados a Carlos Slim. Es cierto, en torno a aquel 26 de marzo de 2019, cuando tiene lugar el episodio, Grupo Carso es una de las empresas señaladas por el jefe del Ejecutivo por haber obtenido "contratos leoninos" en el sector eléctrico, se sabe hasta entonces que tuvieron un encuentro privado, ha tenido comentarios positivos de Slim, y nada más.

Pero la intervención de la elegida para preguntar abunda en el buen humor del "ingeniero Slim", quien está llamando a los empresarios a invertir en el país, inclusive a sus competidores para que no se rezaguen y en que él confía -a diferencia de las calificadoras, bancos y organismos multilaterales que para entonces ya pronosticaban contracción económica- en que México sí puede crecer, como dice el presidente, al 4%.

"¿Cómo ve esta postura de este icono empresarial? Si me permite esta primera pregunta y ahorita le hago la otra", planteó Nancy Rodríguez.

-¿Y por qué no la otra también? Porque a lo mejor se relacionan -sugirió el presidente.

Entonces la comunicadora habló de realizar una campaña contra el tráfico de órganos. Mencionó que la familia Slim debió practicarse donación de órganos entre hermanos, y argumentó que sería por los niños, que son los que más padecen el problema del tráfico que, en su exposición, relacionó con la comida chatarra.

"Sí, pedí que juntaras las preguntas porque sabía yo... intuía que estaban relacionadas", dijo el mandatario para continuar hablando de las intenciones de Slim de ayudar en lo económico y también en lo social, "una actitud que va a ir prevaleciendo, va a ir siendo la nota por el comportamiento de muchos empresarios nacionales e inclusive extranjeros."

Hasta ese día, 26 de marzo de 2019, el presidente López Obrador había proferido 71 expresiones peyorativas sobre el sector privado -todas en sus conferencias matutinas-, con fraseos genéricos sobre la corrupción de un gobierno que era "oficina de negocios", casi siempre añadiendo "al servicio de una minoría" -ya no decía "minoría rapaz” como en campaña- que se creía dueña de México.

Eran 16 las expresiones que hasta esa fecha tenían que ver con la renegociación de gasoductos, por los "contratos leoninos". Y entre los beneficiarios de esos contratos estaba Carso Energy, que meses después alcanzaría una renegociación con la presentación estelar de Slim en la mañanera y un cierto relajamiento en la relación con los capitalistas mexicanos.

Las referencias al sector privado no son tan abundantes como las alusiones a la corrupción. Una revisión de las...

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