Por la ruta de la sangre

AutorJosé Gil Olmos

Por su itinerario y el cúmulo de demandas que enarbolan sus promotores, la marcha será equiparable a la de la Dignidad, que inició el doctor Salvador Nava Calvillo desde San Luis Potosí el 28 de septiembre de 1991; la del Éxodo por la Democracia, encabezada por Andrés Manuel López Obrador desde Tabasco en 1991; las de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) hacia la Ciudad de México en 1995 y en octubre de 2006; las del subcomandante Marcos en 1999 y 2001.

Durante su trayecto, los participantes pasarán por el Distrito Federal, Estado de México, Michoacán, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, San Luis Potosí, Durango, Coahuila, Nuevo León y Chihuahua, territorios en los cuales la delincuencia organizada actúa en mayor o menor grado.

El promotor de esta protesta social organizada, el escritor Javier Sicilia, dice enfático: “La intención es ir por donde están los corazones más adoloridos, romper ese miedo, ese cerco para abrazarnos y decirles a los señores de la muerte –estén donde estén, sean criminales o gente en el gobierno coludida con ellos– que no estamos solos los mexicanos”.

El también colaborador de Proceso comenta que será un evento de significados múltiples: “Es una movilización llena de signos, es la caravana del consuelo para un México en paz con justicia y dignidad”. Será, puntualiza, una demostración de unidad y valentía.

También se trata, insiste, “de dar un mensaje abierto de esperanza y justicia frente a las miles de familias agraviadas durante la administración calderonista. Esta marcha kilométrica significa continuar con este proceso de justicia que a muchas familias les fue arrebatada y que empieza con el consuelo, ese estar con la soledad del otro; romper el aislamiento y el miedo en el que nos habían sumido.

“Se trata, en suma, de continuar ese proceso visitando los lugares más adoloridos de la República para continuar dándonos el consuelo y saber que no estamos solos; de arroparnos, de sentirnos que somos todavía un país fraterno, un país que puede unirse en el dolor, en el amor para ir construyendo la conciencia ciudadana.”

Sicilia resalta la paradoja: esta caravana por la paz se realizará en medio de un clima de violencia y muerte, de ahí que tenga doble mensaje: uno para el gobierno y otro para los criminales. “Les queremos decir que estamos hartos de su guerra; de sus corrupciones; de que quieran humillar a esta nación. La gente quiere vivir en paz y salir a la calle todos los días sin temor”.

El viernes...

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