Salación (III)

María de Jesús González Valenzuela tenía muy claro el momento en el que su negocio se "saló".

Corría el año de 1958 y las finanzas eran buenas cuando a su burdel "La Barca de Oro", ubicado en León, Guanajuato, llegaron dos jovencitas procedentes de Ciudad Juárez.

Ellas buscaban un lugar para ejercer la prostitución o, como le llamaban a dicha actividad comúnmente en aquella época, "talonear".

María de Jesús vio que eran de una balleza particular y les abrió las puertas de su establecimiento, al que todo el mundo le seguía llamando por su nombre anterior, "El Poquianchis".

De acuerdo con el libro de Elisa Robledo, "Yo, La Poquianchis: por Dios que así fue", la misma noche en la que llegaron fueron contratadas por algunos sujetos que pagaron sus servicios en dólares.

Las nuevas pupilas recibieron una buena cantidad de dinero por sostener relaciones lésbicas frente a los clientes, pero a María de Jesús no le pareció.

Ella presuntamente observó lo que pasaba en uno de los "privados" a través del ojo de una cerradura y de inmediato se inquietó.

Su formación religiosa le indicaba que los actos homosexuales eran incorrectos y que eso traía mala suerte para los negocios como "El Poquianchis".

Otro episodio que retrata el libro y que la dueña del burdel tomó como mal augurio fue la visita de un sacerdote y su sacristán, quienes pagaron los servicios con morralla.

A partir de ahí comenzaría una espiral de problemas para Las Poquianchis, quienes verían comprometidos sus negocios.

LOS TIEMPOS CAMBIAN

Aunque las hermanas González Valenzuela estaban acostumbradas a lidiar con multas, clausuras, contratos, permisos y demandas, hubo un problema del que no pudieron hallar la salida a tiempo.

En 1962 cambió el Gobierno en Guanajuato y complicó el negocio para María de Jesús. Las nuevas autoridades impulsaron una ley que prohibía las casas de citas.

Al verse imposibilitada para trabajar y después de la clausura de "El Poquianchis", ella decidió cambiarse a Lagos de Moreno, junto con sus pupilas.

De la mano de su hermana Delfina, quien operaba el "Guadalajara de Noche", María de Jesús buscó establecerse de nuevo, pues la...

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