Salir del pantano

AutorHéctor Tajonar

Pasaron tres meses desde que una investigación de Aristegui Noticias difundida por ese portal y por la revista Proceso dieron a conocer la compra de la Casa Blanca de las Lomas al Grupo Higa, durante los cuales Peña Nieto trató de minimizar el asunto con declaraciones y acciones que, lejos de convencer, provocaron mofa y rechazo social. Era clara la intención de soportar la deshonra mientras el tema se fuese borrando de la memoria pública, lo cual no ocurrió.

Dos reportajes del Wall Street Journal volvieron a cimbrar la autocomplacencia gubernamental. En diciembre, el diario estadunidense publicó los pormenores de la compra de la casa de Luis Videgaray en Malinalco, también al Grupo Higa. En enero se dio a conocer otra casa de Peña Nieto, en Ixtapan de la Sal, comprada cuando era gobernador del Estado de México a la empresa Constructora Urbanizadora Ixtapan, beneficiada con contratos en el Edomex y después ante el gobierno federal.

El golpe definitivo, que seguramente provocó la rectificación presidencial, fue el artículo publicado el 24 de enero en The Economist, titulado El pantano mexicano. Un presidente que no entiende que no entiende. El texto atribuye la pérdida de credibilidad del mandatario a que su gobierno "está manchado por el escándalo", además de "haber eludido su misión más importante: castigar a los jefes políticos corruptos, cómplices del crimen organizado". El semanario británico agrega un argumento contundente: "Los señores Peña y Vide-garay insisten en que no han hecho nada ilegal. Se equivocan. En las democracias modernas, a cuyo rango aspira México, el mutuo apapacho que al parecer han establecido con Grupo Higa se considera una conducta inaceptable".

Finalmente, el jefe del Ejecutivo y sus asesores entendieron la necesidad de rectificar, al menos a nivel discursivo. La influencia de ambos medios en la comunidad financiera internacional pone en riesgo las esperadas inversiones resultado de las reformas estructurales. Además, ante la cercanía de las elecciones, el PRI necesitaba mejorar la deteriorada popularidad del presidente mediante una "buena noticia" que contrarrestara la indignación social ante la barbarie de Tlatlaya y Ayotzinapa, la violencia e inseguridad crecientes, la complicidad de las autoridades con el crimen organizado y los deficientes resultados económicos.

Ante ese panorama, el primer mandatario decidió revivir a la Secretaría de la Función Pública (SFP) e instruir al nuevo encargado del despacho a que...

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