San Cadilla
Los obedientes
Dentro del relajo que se traen en el Guadalajara, con el nuevo papelón a nivel mundial que protagonizaron en Emiratos Árabes Unidos, el miércoles al volver a la Ciudad, los jugadores que sí regresaron, porque otros se quedaron a turistear, de plano demostraron que siguen metidos en la hamaca de la zona de confort, de dejar que todas las críticas, la lluvia de preguntas y cuestionamientos de los reporteros, sean resueltos solamente por los directivos de pantalón largo, y ellos en su mayoría, seguir en su burbuja de aislamiento de la responsabilidad, su errónea idea de que "así es el futbol", o de que "tenemos calidad, pero trabajando nos saldrán las cosas".
Harto ya de esa situación, Mariano Varela en su rol de director deportivo, quiso ponerse firme y durante la conexión que tuvieron en el aeropuerto de Houston, Texas, antes de tomar el avión que los traería a Guadalajara, se acercó a algunos jugadores para sugerirles que en caso de encontrar reporteros, atendieran y dieran la cara para afrontar las críticas.
Algunos hicieron como que le escucharon, otros le dieron literalmente el avión.
Testigos que venían en el miso vuelo, cuentan que al llegar a la tierra de la torta ahogada, todos tomaron maletas y buscaron salida. Marianito tuvo la mala suerte de que le tocó semáforo en rojo en migración y se entretuvo en salir. Ahí la mayoría aprovechó para evitar a los reporteros.
Amaury Vergara argumentó venir cansado y pidió le esperaran una semana. El que de plano evitó decir nada, ni siquiera una adivinanza, fue José Luis Higuera, porque el Tío se fue directo a su vehículo.
¿Saben quién fue el único en dar la cara al final?
Adivinaron.
Habrá que ver si será cierto que a partir del miércoles 26 como dijo Marianito, las reglas cambian.
Le seguirá
Ya les he dicho una y otra vez aquí, que cuando el inexorable paso del tiempo llega para los pateabalones, es mejor dejar el futbol, antes de que el futbol te deje a ti.
Eso parece que no todos lo entienden, o tampoco se preparan para cuando llega ese inevitable momento de aceptar el retiro.
Tal es el caso de Carlos Salcido, el defensa al que en pleno Mundial de Clubes le dijeron que era el escenario ideal para despedirse del equipo como leyenda, peeero que no se atrevió a ponerle fin a su destacada carrera de 18 años.
Cuando los directivos le propusieron una despedida como rojiblanco, su respuesta fue que le esperaran, porque no tenía claro qué iba a hacer.
Tan poco claro lo...
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