San Cadilla

La llegada de Aldo

Hay opiniones divididas en la Ciudad, o mejor dicho entre la afición Pandi.

Unos contentos por el retorno del señor Antonio Ricardo Mohamed Matijevich y otros molestos.

Pero ayer se dio otro regreso.

El retorno de Aldo De Nigris sirve para congraciarse con sus aficionados, esos que estaban muy molestos los días anteriores y llenaron la Ciudad con mantas protestando por todo y contra todos.

Además, no es una imposición como tal, como la de Carlos Barra con Diego Alonso. Aldo es un tipo que también es del agrado de Antonio, que lo quiere sumar a su equipo de trabajo.

Si hace cuatro años uno de los puntos en los que no se ponían de acuerdo era en que en el club no querían que Mohamed llegara con tooodo su séquito de colaboradores, ése no fue problema en esta ocasión. Van de la mano.

Dicho esto, Aldo llega porque tanto Mohamed como el club lo quieren. Y ésta es una buena señal... al menos para ellos.

Que les cayó bien la noticia

Aldo regresa dos años después de su retiro para ser auxiliar técnico. Vuelve como el hijo pródigo en una historia que se parece mucho a cuando volvió para su segunda etapa como jugador del Monterrey.

Antonio Mohamed lo trajo hace cuatro años para que le ayudara a manejar al grupo junto con otros líderes como Luis Pérez, Walter Ayoví, José Basanta, y en el proceso tratar de recuperar la identidad. Hoy, Tany lo vuelve a hacer.

Todavía no se presenta con el grupo y les puedo decir que el combo Aldo ya cayó de pie en el equipo.

Yo no hablo a título propio. A mí me vale si llegaba o se iba o seguía en la tele. Yo hablo de lo que platiqué con mi Judas Pandi Jugador.

La mayoría, por no decir que casi todos, se llevan bien con él. Es amigo de muchos de ellos, pues los tuvo de compañeros, háblese de un Rogelio Funes Mori, Dorlan Pabon, José Basanta, etc.

Hasta de algunos nuevos con los que no le tocó jugar como Rodolfo Pizarro o de canteranos a los que conoció cuando de las filiales los subían a entrenar al primer equipo. Hasta con Ángel Zaldívar la lleva bárbaro desde que coincidieron en Chivas.

"A todo dar que lo hayan puesto, la verdad. Es a todo madre el buen Aldo; a la raza le cayó bien la noticia y se lo merecía", me contó mi Judas Jugador, ése con el que va a convivir a diario en el vestidor.

Ahí ya la lleva de gane Aldo y seguramente porque el hijo de la señora Matijevich sabe la estima que el plantel le tiene, optó por tenerlo de su lado, además de que también es cuate de él. Vamos a ver si jala bien...

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