Saul Bellow, Premio Nobel 1976

La entrega de todos los premios Nobel de este año a ciudadanos norteamericanos es el mejor regalo que se podía hacer al país en la celebración de su bicentenario", comentó el presidente Ford, aún maltrecho por sus autogoles en los debates con Carter. Y añadió: "El hecho demuestra que los Estados Unidos son el paraíso de los intelectuales". ("Alguien tiene que haber dicho eso al presidente Ford, porque no lo creo capaz de pensarlo por su cuenta", comentó enseguida Saul Bellow.) Los premios de economía, química, física y medicina fueron en efecto acaparados por Norteamérica. Sólo faltó el desierto Nobel de la paz aunque hubo rumores de que, ya en pleno éxtasis del bicentenario, los suecos pensaban dárselo a la CIA. Desde el 20 de octubre los corresponsales en Estocolmo difundieron que Bellow era el tapado. La recompensa le tocaba como "the best living American novelist" y como intelectual que fue derivando del radicalismo juvenil a una posición cada vez más conservadora.

No fue el hecho de haber sido postulado por los torturadores y carceleros de Chile lo que impidió que Borges recibiera el premio, pues Milton Friedman, otro amigo de Pinochet, se llevó el de economía. Borges morirá sin el Nobel: al único jurado de la Academia Sueca que lee español, el poeta Artur Lundkvist, no le gusta Borges; sus candidatos hispanoameri-canos son, en este orden, Octavio Paz (que acaba de obtener el premio Jerusalén), Gabriel García Márquez y Alejo Carpentier. Lundkvist ve posibilidades futuras para Mario Vargas Llosa y nuestro Fernando del Paso, reciente ganador del premio México.

Uno puede gustar o no de Saul Bellow; considerarlo un gran novelista o un producto de la desesperada necesidad que tiene su país de llenar el sitio que dejaron Faulkner, Hemingway o Dos Passos. Lo innegable es que Bellow impuso el tono de la novela norteamericana de posguerra y que sus libros son una versión imaginativa y a la vez fidedigna de la historia moral e intelectual estadunidense entre 1940 y 1976. (El más reciente, To Jerusalem and Back, crónica de su viaje a Israel a fines del año pasado, acaba de publicarse hace unos días.)

Bellow nació en Lachine, Quebec, en 1915, de padres judeo-rusos recién llegados a Canadá. Vive en Chicago desde su infancia; allí estudió antropología y socio-logía, y hoy es profesor en la Universidad y presidente del comité de estudios sobre pensamiento social. Ha escrito ensayos no coleccionados, teatro (The Last Analysis, A Wen, Under the...

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