La Secretaria, históricamente necesaria: Tovar

AutorJudith Amador Tello y Armando Ponce

La creación de un programa cultural "sin precedentes" vinculado al sector educativo; un reordenamiento administrativo para ahorrar recursos económicos y cumplir el mandato de Enrique Peña Nieto de no gastar "ni un peso más en burocracia"; y una nueva política cultural de Estado para la preservación del patrimonio, son algunos de los aspectos en los cuales ha estado trabajando Rafael Tovar y de Teresa como titular fundador de la Secretaría de Cultura (SC) del gobierno federal.

Está convencido de la necesidad de que los involucrados en la defensa del patrimonio, incluidos los gremios, "ampliemos nuestra visión" para reconocer que la sola aplicación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos ya no es suficiente para protegerlo.

Lo está también de la creación de esta nueva secretaría de Estado para dar orden a las instituciones y dependencias que a lo largo de 27 años fue absorbiendo y aglutinando el ahora desaparecido Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

En las espaciosas y agradables oficinas de la dirección general del Auditorio Nacional -con Gerardo Estrada al frente-, Tovar y de Teresa habla en entrevista con Proceso de esos temas, pero también destaca el papel jugado por el secretario de Educación Pública, Aurelio Ñuño en la transición de Conaculta a la SC: Lejos de considerar que éste declinó en sus tareas sustantivas en materia cultural, le agradece haber asumido que era el momento de dar su propio espacio a la cultura.

-¿Por qué era necesaria la secretaría? ¿Cree que era la única opción para reorganizar la cultura y acabar con los vicios ancestrales? ¿Cuál es la diferencia entre una secretaría y un Conaculta reorganizado y legal?

-Yo creo que fue una medida históricamente necesaria.

Relata que desde la creación misma del Conaculta, en cuyos primeros años asumió Tovar la Coordinación de Asuntos Jurídicos, se planteó la posibilidad de crear la secretaría pero las condiciones del país "o no lo permitieron o la decisión política no pudo consolidarse".

Para defender el porqué del ministerio inédito, hace un breve recuento de las instituciones predecesoras, desde la creación de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes con Justo Sierra -quien "impulsa los primeros trabajos de exploración arqueológica"-, luego la Secretaría de Educación Pública (SEP) con José Vasconcelos, pues ambas sientan las bases para la política educativa y la política cultural.

Pondera como un momento clave la creación, en 1939, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con Lázaro Cárdenas, "un presidente nacionalista que busca, a través del instituto, reafirmar lazos de identidad, un respeto por el pasado indígena, por el pasado cultural y arqueológico y, sobre todo, la protección del patrimonio como un elemento fundamental de unidad y cohesión nacional".

Posteriormente el nacimiento, en 1947, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), con Miguel Alemán Valdés. Considera Tovar que el primero veía al país "hacia dentro" y Bellas Artes surgió ya no sólo con un sentido nacionalista sino "con una visión mucho más universal".

En 1958, con Jaime Torres Bodet al frente de la SEP, nace la Subsecretaría de Cultura, encabezada por Amalia de Castillo Ledón, para coordinar las diversas dependencias del subsector cultural. Fue la antecesora directa del Conacul-ta, creado en diciembre de 1988 por decreto presidencial de Carlos Salinas de Gortari. Y de ahí, la Secretaría de Cultura, aprobada por los legisladores en diciembre pasado.

Al Conaculta se fueron incorporando diversas dependencias como la Dirección General de Publicaciones, la Red Nacional de Bibliotecas, el Instituto Mexicano de Cinematografía (adscrito entonces a la Secretaría de Gobernación) y luego todo el sector cinematográfico, hasta llegar a la Cineteca Nacional en 1995.

Según él muchas instancias se fundaron por necesidad social y cultural, "y sobre todo porque el Estado mexicano siempre ha tenido una muy clara responsabilidad en materia de promoción y difusión cultural". Se crearon áreas donde "faltaban instituciones para tareas específicas". Nacieron entonces el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), el Sistema Nacional de Creadores (SNC), el Centro Nacional de las Artes (aunque lo cierto es que ya existía el INBA en materia de educación artística), el Centro de la Imagen.

"Así se van ampliando las actividades, las acciones estructuradas en instituciones, y es necesario tener un proyecto institucional mucho más sólido, mucho más fuerte políticamente, con una mayor...

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