El secuestro de Álvarez Machain, ordenado por la Casa Blanca

AutorJ. Jesús Esquivel

CALIFORNIA.- El secuestro y traslado de México a Estados Unidos del médico mexicano Humberto Álvarez Machain se ordenó desde la Casa Blanca y la administración antidrogas estadunidense (DEA) le pagó 250 mil dólares a una docena de exmilitares y policías mexicanos para que cumplieran con la misión.

Quien sostiene lo anterior es Héctor Berrellez, el agente que dirigió esa acción, clasificada como "top secret". Adscrito entonces a la DEA y encargado de supervisar la Operación Leyenda, cuyo propósito era localizar a los autores del secuestro y asesinato del agente antinarcóticos Enrique Kifei Camarena -hechos ocurridos en febrero de 1985-, cuenta por primera vez los detalles del caso Álvarez Machain, respaldado con documentos. El plagio del médico provocó una disputa entre los gobiernos de México y Estados Unidos.

A principios de febrero de 1990 Jack Lawn, quien cumplía sus últimos días al frente de la DEA, recibió instrucciones confidenciales del entonces presidente George H. W. Bush: a cualquier costo y sin importar las consecuencias se tenía que llevar ante la justicia de Estados Unidos al ginecólogo mexicano que mantuvo vivo a Camarena mientras lo sometían a tortura Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo y Miguel Ángel Félix Gallardo, capos del Cártel de Guadalajara.

Lawn debía cumplir la orden. Además su jefe directo, Richard Thornburgh, procurador general de Justicia, le pidió que buscara a sus mejores hombres para llevar a cabo la operación y le exigió garantías de que el gobierno mexicano no se enteraría de nada.

Un par de días después de recibir la orden, Lawn se comunicó con Berrellez, quien desde Los Ángeles dirigía la Operación Leyenda. Lo citó en su despacho en Washington.

Tres días después Berrellez acudió a la cita junto con el subdirector de la Operación Leyenda, el agente Douglas Kuehl.

"Era un lunes por la mañana, nos presentamos en su oficina y Lawn nos dijo que nos iba a pedir que hiciéramos un trabajo muy especial. Que se trataba de sacar de México a una persona implicada en el asesinato de Camarena", recuerda Berrellez en entrevista con Proceso.

Todavía sin decirle quién era el objetivo, Lawn le preguntó a Berrellez si tenía los contactos y las personas necesarias para cumplir la misión. Berrellez le dijo que sí e incluso bromeó al decirle a su jefe que si quería, tenía incluso a la gente necesaria para sacar al propio presidente de México. "Le aclaré que todo dependía de cuánto estaría dispuesto a pagar por el trabajo el gobierno de Estados Unidos", anota.

Lawn le explicó que por el dinero no se preocupara: tendría todo el necesario. Hasta entonces le reveló que el sujeto a secuestrar era Álvarez Machain.

"Le respondí que eso era muy fácil; había pensado que se planeaba secuestrar a un subsecretario o secretario de Estado. Lo de Álvarez Machain era como quitarle un dulce a un niño".

Lawn les explicó a Berrellez y a Kuehl que la orden de secuestrar el ginecólogo salió de la Casa Blanca y por lo tanto tenía que ser una operación secreta, de la cual ningún agente de la DEA en México debía enterarse. Subrayó que eran instrucciones de Bush y de Thornburgh.

"¿Se puede hacer sin la cooperación de los agentes de la DEA en México?", volvió a...

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