Una selva de conflictos

AutorIsaín Mandujano

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS.- En la mira de los gobiernos federal y estatal por supuestas prácticas de depredación de la Selva Lacandona, tres poblados indígenas enclavados en la Reserva de la Biosfera de Montes Azules, un macizo forestal con alta biodiversidad, iniciaron desde el 23 de abril pasado una férrea lucha para lograr el reconocimiento de sus asentamientos humanos y la re-gularización correspondiente, que hasta ahora se les ha negado.

Hijos de peones acasillados que mi-graron de las fincas ganaderas y cafetales de la Sierra Madre de Chiapas y de Ocosingo, se adentraron al corazón de la Selva Lacandona hace más de 30 años en busca de un espacio donde vivir y fundaron los poblados Nuevo San Gregorio, Ranchería Corozal y Salvador Allende.

Don Eusebio Jiménez Rodríguez, tzo-tzil de Salvador Allende, refiere que desde 1984 llegó al lugar con sus padres, procedentes de la finca Santa Rita, ubicada en la Sierra Madre chiapaneca. Ahí estaban cuando los sorprendió el levantamiento armado zapatista y ahí han estado en los últimos 20 años.

El tzeltal Miguel Gómez Méndez, de Ranchería Corozal, llegó de la finca El Rosario, de Ocosingo, donde sus padres trabajaban como peones. Fue la necesidad la que, cuenta, los llevó a asentarse en ese lugar.

Lo que no sabían es que se fueron a meter a un territorio donde, desde 1971, por decreto presidencial se habían otorgado más de 614 mil hectáreas a los Bienes Comunales de la Zona Lacandona. Ahí, pues, hicieron su vida, enterraron a sus padres muertos que huyeron de las fincas; ahí tienen su historia y de ahí difícilmente van a irse, advierten.

"No quiero salir. Si me van a matar que me maten, pero jamás vamos a salir", dice don Eusebio, de Salvador Allende.

En Nuevo San Gregorio viven 100 familias tzeltales, que ocupan 860 hectáreas; en Ranchería Corozal, 60, que abarcan 260 hectáreas, y en Salvador Allende, 40 familias, que se asientan sobre 377 hectáreas.

Con más de una década de estar en la mira para ser desalojados de la región, los tres poblados, adheridos a la Asociación Rural de Interés Colectivo-Independiente y Democrática (ARIC-ID), el pasado 23 de abril firmaron un acuerdo con los Bienes Comunales de la Selva Lacandona pa-ra ser reconocidos como asentamientos humanos y se proceda a la regularización respectiva.

Sin embargo, luego de hacerse público el acuerdo del 2 de mayo, el día 13 del mismo mes el secretario de Gobierno de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, así como los delegados federales de la Comisión Natural de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y de la Secretaría de Desarrollo...

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