Del sexo al mundo

AutorMarta Lamas

El hilo que une estos ensayos es el géneroo: una conceptualización que implica una comprensión distinta sobre la condición humana y que permite eliminar ideas y prácticas discriminatorias. Existe gran confusión con el término género, pues en él se cruzan homónimos con distinto significado. Mientras que en inglés genreenre se refiere a la clase, especie o tipo a la que pertenecen las cosas, genderender tiene una acepción que apunta directamente a la diferencia sexual; pero esos dos conceptos distintos, genre y ygenderender, en español se traducen como género. Además hoy, a la tradicional acepción de gender, que es sinónimo de queessinónimodesexx y nombra al sexo biológico, se suma una nueva acepción homónima, y así genderender también alude a un proceso cultural que asigna de manera jerarquizada lugares sociales, identidades y cánones de comportamiento en función de la simbolización que realiza de la diferencia sexual. Así, con el término géneroénero es posible referirse a tres cosas distintas: 1) al género clasificatorio (como en género literarioéneroliterario); 2) al sexo (como en la acepción original de genderender), y 3) al conjunto de creencias, prácticas y mandatos culturales que establecen una división simbólica entre lo "propio" de los hombres (lo masculino) y lo "propio" de las mujeres (lo femenino), con la nueva acepción de gender.

Tal vez para comprender con más claridad a qué se refiere esta tercera acepción de género valga la pena recordar que, aunque la diferencia sexual (o sea, la anatomía de mujeres y hombres) es igual en los países escandinavos, musulmanes y latinoamericanos, el género, o sea lo que dichas culturas han simbolizado como lo propio de unas y otros, es totalmente distinto. Entender el géneroénero como una simbolización cultural que tiene efectos en la psique humana permite captar el proceso de construcción de sentido y significado en los seres humanos. Estas creencias culturales sobre "lo propio" de cada sexo impactan en la manera en que se trata a las personas, por lo que mucha de la discriminación, opresión y estigmatización tiene que ver precisamente con las representaciones culturales del asrepresentacionesculturalesdelgéneroénero, que se quedan cortas ante la pluralidad de combinaciones existentes. De ahí el surgimiento de movimientos sociales de personas que transgreden los esquemas tradicionales de qué es ser mujer y qué hombre, que denuncian su marginación y exigen una revisión radical sobre las ideas de degéneroénero.

En la actualidad, el paradigma hegemónico sobre la condición humana plantea que hay únicamente dos tipos de seres humanos -mujeres y hombres-, mientras que otras formas de ser, algunas atípicas pues su género no se corresponde con ser biológicamente hembra y macho, o porque su orientación sexual es distinta, quedan excluidas o estigmatizadas. Sorprende ver que, a pesar del avance en el conocimiento de la condición humana, en la sociedad persiste la dificultad para reconocer que ni la identidad de las hembras y de los machos humanos ni sus...

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