¿Niño sicario?

ZACATECAS, ZAC- Policías federales lo detuvieron la tarde del 4 de febrero y después lo torturaron, con otras 14 personas, supuestamente por pertenecer a un grupo delictivo. Dos días después un juez lo dejó en libertad porque sólo tenía 13 años.

Aunque estaba en riesgo, ninguna autoridad le brindó protección porque un funcionario soltó -y mediáticamente se aceptó- que era un "niño sicario". Eso ya no se podrá comprobar o desmentir, porque el menor fue torturado nuevamente y asesinado.

La madrugada del 28 de febrero la policía ministerial del estado localizó su cadáver, con otros cinco, a un costado de la carretera de Morelos a Vetagrande, ocho kilómetros al norte de la capital de Zacatecas. Fueron ejecutados con armas de grueso calibre.

La muerte del menor conmocionó a la sociedad zacatecana. La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), la Organización para el Desarrollo Social y la Educación para Todos (Odisea A.C.) y la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) exigen identificar y fincar responsabilidades a los funcionarios que no respetaron el debido proceso del adolescente que, aseguran, fue victimizado por la delincuencia organizada y por las autoridades.

La Procuraduría General de la República (PGR) y la Policía Federal (PF) nada informan sobre los hechos en los que intervino directamente su personal; la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se deslinda del asunto y el Tribunal Superior de Justicia del Estado guarda silencio sobre el caso.

Las 14 personas detenidas con el menor a principios de febrero ya fueron trasladadas por la PF a las instalaciones de la SEIDO en la Ciudad de México, donde están arraigadas.

Ser niño en Zacatecas

Jorge Armando Moreno Leos desertó de la primaria a los 10 años, cuando su familia se desintegró. Vivió unos meses con su padre, pero luego regresó con su madre y sus dos hermanas menores.

Durante tres años se ganó la vida en la calle: lavando carros, tirando la basura de los vecinos y vendiendo paletas de hielo. Pero en la calle también aprendió a consumir drogas.

Soñaba con comprarle una lavadora a su mamá, pero el dinero no le alcanzaba, por lo que decidió seguir el ejemplo de muchos y enrolarse con Los Zetas hace dos meses y medio.

Su madre, María Isabel Leos, le rogó que se saliera de ese mundo y mejor siguiera estudiando, ya que en junio de 2012 había terminado la primaria abierta en el Instituto Zacatecano de Educación para los Adultos (IZEA) con una calificación...

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