Signos / La invasión criminal

Seguramente muchas personas recuerdan todavía que fue en Jalisco donde el gobierno federal aprehendió a tres de los principales narcotraficantes que controlaban el negocio de las drogas en el país a finales de la década de los años 70 y principios de los 80.

Los capos del narcotráfico, que actualmente están presos en diversas cárceles federales de máxima seguridad, eran Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo, alias "Don Neto", y Miguel Ángel Félix Gallardo, todos ellos de Sinaloa.

La captura de todos esos personajes se concretó después de que un agente de la Agencia Antidrogas Estadounidense, conocida por sus siglas en inglés como DEA, llamado Enrique Camarena Salazar, fue secuestrado afuera del consulado norteamericano en Guadalajara el 7 de febrero de 1985 y asesinado unas semanas después, junto con el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar.

De ese crimen se acusó a los capos del narcotráfico, en contra de quienes se ejerció una feroz persecución. Todos los varones de la droga habían llegado a Jalisco a finales de los años 70, huyendo del Ejército, que realizó en Sinaloa una muy intensa campaña de cuatro años contra el narcotráfico (1975-1978). El cambio le sentó tan bien a los narcotraficantes, que en Guadalajara encontraron nuevos socios y prestanombres acreditados socialmente, para realizar negocios e inversiones presuntamente lícitas.

Lo que en un principio fue un castigo, con los años se convirtió en un beneficio, de tal manera que los principales jefes del narcotráfico se trajeron a sus familias a vivir a Guadalajara, donde encontraron una ciudad grande, hermosa, con buenos colegios y universidades, con todas las ventajas de la vida moderna.

Como sucedió en aquellos...

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