La silenciosa epopeya de las cooperativas

AutorFrancisco Olaso

BUENOS AIRES.- "Yo toda la vida fui operario, me siento operario, pero el rol mío me cambió la cabeza, ya paso a ser como un patrón", dice a Proceso Ricardo Zeballos en la nave central de una fábrica de dulces y mermeladas.

Es uno de los ocho socios de la cooperativa de trabajo Alimentaria San Pedro. Antes había sido obrero de las diferentes sociedades anónimas que explotaron esta fábrica en la ciudad de San Pedro, provincia de Buenos Aires, a 150 kilómetros de la capital argentina. Entre una condición laboral y otra media un largo proceso de lucha y sacrificio. La empresa se declaró en quiebra en 2000. Obreros y administrativos se quedaron en la calle. Las instalaciones fueron saqueadas.

Constituida como cooperativa de trabajo en 2003, Alimentaria San Pedro es una "empresa recuperada por sus trabajadores" (ERT). En Argentina hay 205 empresas que funcionan ahora con este tipo de organización autogestionaria. Así lo consigna el tercer Relevamiento de Empresas Recuperadas por sus Trabajadores, publicado en 2010 por el Programa Facultad Abierta, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. "El proceso es complicado porque no todos lo tomamos de la misma manera.

Acá se decide entre todos lo que hay que hacer. Y no todos han tomado esa conciencia de decir: 'Yo soy dueño y a la vez trabajador'", dice a Proceso Raúl Canabal, antiguo operario de la fábrica y actual presidente de la cooperativa. "No tenemos que perder la esencia como trabajadores", sostiene. "Primero tenemos que cumplir esa función y después la de empresario o dueño de esto, que es la realidad que también somos".

El 95.3% de las ERT hoy activas eligieron como figura jurídica la cooperativa de trabajo. "La formación de un sujeto de gestión colectiva es el principal y común denominador en tránsito entre una unidad empresarial bajo gestión capitalista tradicional a una empresa de autogestión", puede leerse en el relevamiento del Programa Facultad Abierta. Si se desglosa a las empresas recuperadas por su actividad económica, se observa una clara prevalencia de las metalúrgicas (23%), seguidas por las alimenticias (12%), textiles (6%) y las de la carne (6%).

"Creo que la figura de cooperativa es muy interesante y más en un país tan depredador con el empleado", sostiene Canabal. "Hay grandes empresas que tienen trabajadores con el salario mínimo y no reparten mejor las grandes ganancias que tienen", dice.

Se suele asociar la formación de cooperativas o empresas autogestionarias con la crisis que atravesó Argentina entre 1998 y 2002. De hecho algunos asalariados intentaron preservar así su fuente de trabajo en medio del derrumbe.

Pero la modalidad no desapareció con la posterior recuperación de la economía y el reflujo de la movilización social. Se ha convertido en una herramienta de lucha incorporada a las posibilidades de acción de los trabajadores frente a los conflictos.

Ezequiel Fuchs es el socio más reciente de Alimentaria San Pedro. Licenciado en administración de empresas y con un posgrado en mercadotecnia, se encarga de administrar la cooperativa en esta nueva etapa. Viene del ámbito de las multinacionales pero defiende rotundamente el carácter autogestionario de la empresa.

"No te digo que sea fácil, pero es una muy linda experiencia (...), está claro que aquí se quiere continuar como cooperativa", dice a este semanario. La toma de decisiones grupales, una especie de democracia directa permanente, es difícil de llevar a la práctica. "Desgasta", reconoce, "pero hay que...

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