En Sinkiang, campos de concentración para musulmanes

AutorGabriela Sotomayor

GINEBRA.- En agosto de 2018 China fue sometida a revisión por el Comité contra la Discriminación Racial, de la ONU; en una sesión que apuntaba a caer en la monotonía, una de las expertas del comité tomó por sorpresa a la delegación de Beijing y preguntó sobre el millón de uigures (islamistas de origen turco) detenidos en los llamados campos de reeducación, cuyo fin es frenar el extremismo musulmán.

Fue la primera vez que se cuestionó al gobierno del presidente Xi Jinping en un foro de las Naciones Unidas sobre la situación de unos 13 millones de musulmanes que viven en Sinkiang y especialmente sobre los campos de reeducación que, en opinión de defensores de derechos humanos, son auténticos campos de concentración.

En el nombre de la lucha contra el extremismo religioso, China convirtió a Sinkiang en "algo que se asemeja a un campo de in-ternamiento masivo, envuelto en secreto, una especie de zona en la que no hay derechos", afirmó en esa ocasión Gay McDou-gall, experta del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial.

Según informes de ese Comité, los musulmanes turcos "son tratados como enemigos del Estado únicamente sobre la base de su identidad étnico-religiosa", dijo Mc-Dougall, quien argumentó que ser uigur en China se había convertido "en motivo de castigo".

En aquella sesión McDougall también cuestionó a Beijing sobre el destino de los jóvenes uigures que regresaron a Sinkiang después de estudiar en el extranjero y le pidió explicaciones sobre más de un centenar de ellos que desaparecieron; algunos habían sido detenidos, otros, al parecer, murieron en detención.

Además con el pretexto del adoctrinamiento político y cultural, "a todos los detenidos se les violaron sus derechos al debido proceso, mientras que la mayoría nunca fue acusada de un delito, juzgada por un tribunal de justicia ni tuvo la oportunidad de impugnar la legalidad de su detención", observó.

Poco después de dicha sesión en la que Beijing evitó hablar sobre el tema, Human Rights Watch (HRW) publicó un informe en el que documenta la situación en esos centros de detención masiva.

Según el informe "Erradicando un virus ideológico", de HRW y publicado en septiembre de 2018, el gobierno chino ha llevado a cabo "durante mucho tiempo" políticas represivas contra los pueblos musulmanes turcos en la Región Autónoma Uigur de Sinkiang, en el noroeste de China.

Estos esfuerzos se han incrementado radicalmente desde finales de 2016, con la llegada del...

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