Siria: Archivos gráficos del terror

AutorAnne Marie Mergier

PARÍS.- Se identifica como César. Vive con su familia en algún país de Europa bajo protección de sirios exiliados, como él. Pero incluso tan lejos de Damasco, le sobran razones para temer por su vida y la de los suyos: entre 2011 y 2013 filtró desde Siria 45 mil fotografías de cadáveres, imágenes archivadas por la policía militar de su país; de ellas, 26 mil 948 correspondían a 6 mil 627 personas que habían sido prisioneras del régimen de Bashar al-Asad.

Tras haber sido autentificadas por expertos internacionales, algunas de esas atroces fotos -cuerpos mutilados; rostros quemados con ácido o sin ojos; huellas de laceraciones, estrangulaciones o marcas de cadenas; cuerpos famélicos de personas muertas de inanición- fueron hechas públicas el 20 de enero de 2014 por la televisora estadunidense CNN y el diario británico The Guardian.

Dos días después, el 22 de enero, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, inauguro en Montreux, Suiza, una conferencia internacional sobre la paz en Siria, que reunía por primera vez a representantes del régimen de Al-Asad y a sus opositores.

La meta del Movimiento Nacional Sirio (MNS, integrante de la Alianza Nacional Siria, sentada a la mesa de negociaciones), que había organizado con César la filtración de las fotos, era triple: demostrar fehacientemente que el régimen sirio perpetra sistemática y organizadamente crímenes de guerra contra su pueblo, impedir la participación de Al-Asad en un gobierno de transición y exigir que se le juzgue por esos crímenes en la Corte Penal Internacional o por un tribunal internacional aA hoc.

Y con los mismos objetivos, emisarios del MNS presentaron el "expediente César" a distintas instancias internacionales. En abril de 2014 lo sometieron al Consejo de Seguridad de la ONU y en julio del mismo año, a la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

En esa oportunidad -y por primera y única vez- César participó en la reunión a puerta cerrada con los 30 congresistas de dicha comisión y contestó todas sus preguntas. Vestía una chamarra azul cuya capucha le cubría la cabeza y parte del rostro; llevaba también lentes oscuros.

Operación César

Muy poco se sabía entonces de este personaje y de su hazaña. Tras meses de insistencia, la periodista francesa independiente Garance Le Caisne, con larga experiencia en Medio Oriente, pudo reunirse con César. Se vieron varias veces. De esa serie de encuentros nació Operación César, en el corazón de la máquina de muerte siria, libro publicado el miércoles 7 en Francia.

En él, la reportera alterna capítulos en los cuales César se expresa en primera persona, con otros en los que entrevista a víctimas del régimen sirio que sufrieron torturas similares a las que exhiben las fotos filtradas, a expertos que autentificaron los documentos y a miembros de la red del MNS que ayudaron a sacar de Siria las fotografías y luego a César y a su familia.

En pleno debate sobre una eventual coalición internacional con el dictador sirio para "acabar" con el Estado Islámico, el libro, que se lee como una tétrica novela policiaca, permite entender cómo funciona la implacable maquinaria represiva de Al-Asad.

"Trabajaba para el régimen sirio. Era fotógrafo de la policía militar siria. Voy a contar en qué consistía mi trabajo antes de la revolución y durante los dos primeros años de la revolución. Pero no puedo explicarlo todo...

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