El sismo revela el desgobierno en el Istmo

AutorPedro Matías y Arturo Rodríguez García

JUCHITÁN, OAX.- En un hangar del gobierno en la Base Área de Ixtepec, enclave militar del Istmo de Tehuantepec, se ubica el Centro de Comando, donde se descargan los víveres para los damnificados y se distribuyen con criterios nada claros.

A unos 90 kilómetros, en la zona más angosta del istmo, la Laguna Superior bordea antiguos pueblos huaves e ikoot que resintieron como pocos los efectos del sismo del 7 de septiembre.

Las primeras ayudas llegaron a San Mateo del Mar el lunes 11, a cuentagotas: no abarcaron a todas las comunidades afectadas. En San Dionisio del Mar, San Francisco del Mar y municipios cercanos como Unión Hidalgo, los habitantes sacaron a sus muertos y atendieron a los heridos, en completa ausencia de la autoridad. Santa María del Mar está peor: convertida en una isla, aunque era tierra firme, sólo se puede acceder por la laguna o el mar abierto, debido a que un conflicto mantiene bloqueado su camino terrestre. Esta comunidad ikoot no recibió ayuda hasta el jueves 14, una semana después del sismo.

En San Mateo no había ayuntamiento. Un conflicto político lo dejó sin autoridad local el año pasado y, en consecuencia, no hay obras, servicios ni policía. El día del temblor los vehículos oficiales que necesitaban para transportar a los heridos no tenían gasolina.

En San Dionisio del Mar se repartieron algunas despensas en las calles principales, pero las vías apartadas y sus comunidades resistieron toda la semana en completo abandono.

Sin ayuntamiento ni gobernador

En una conferencia de prensa que se realizó el martes 12 en la base aérea, una reportera local cuestionó al gobernador Alejandro Murat sobre el abandono de San Mateo del Mar. El mandatario, flanqueado por el secretario de Educación Pública, Aurelio Ñuño, aseguró que las administraciones estatal y federal están presentes en los 41 municipios afectados

No obstante, los testimonios recabados por los reporteros en la zona coinciden en que la presencia federal fue tardía. La gente dice que hasta el miércoles se pudo hacer una estimación aproximada: unos 5 mil damnificados, casi la tercera parte de los pobladores, 90% de los cuales sobrevive en la pobreza y pobreza extrema.

Se cayeron casas, techos de teja y palma, paredes de ladrillo. Cientos de edificios están a punto de colapsar. Cinco personas murieron y en las comunidades muchos se vieron obligados a desplazarse cuando sus casas empezaron a hundirse después del sismo.

Grupos de damnificados se dirigieron a Huazantlán...

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