Slim-Televisa. Una historia de la gran ruptura

AutorDiego Enrique Osorno

A las nueve y media de la noche del domingo 19 de agosto de 2012, la Policía Nacional de Nicaragua fue alertada mediante una llamada telefónica de la operación ilegal que estaba realizando una banda mexicana en su país. Poco antes de las 10 de la mañana del lunes siguiente, 18 personas que se ostentaban como empleados de Televisa y viajaban a bordo de seis camionetas equipadas con los logotipos azules de la televisora de habla hispana más importante del mundo eran detenidos en un cruce fronterizo de Nicaragua y Honduras, conocido como Las Manos.

La detención se mantuvo en secreto por tres días, durante los cuales la embajada de México en Nicaragua informó al gobierno centroamericano que Televisa se deslindaba de los detenidos y de los vehículos, donde se habían encontrado 9.2 millones de dólares en efectivo escondidos en compartimentos secretos. Finalmente... se dio a conocer la noticia, que corrió como pólvora durante las semanas siguientes, en las que se desataron variadas acusaciones contra la compañía dirigida por Emilio Azcárra-ga Jean. De acuerdo con registros nicaragüenses, Raquel Alato-rre, señalada como líder de la banda, donde había expolicías de Durango y Tamaulipas, había cruzado 45 veces el país en años recientes y en su teléfono celular tenía registrados los nombres de algunos directivos de la televisora mexicana. Pronto los hechos se convirtieron en un escándalo.

Unas horas antes de que estas detenciones se dieran a conocer, de acuerdo con Televisa, el periodista Joaquín López-Dóri-ga, conductor de su noticiero estelar, recibió una llamada de Arturo Elias Ayub, director de Alianzas Estratégicas y Contenido de América Móvil. El directivo, quien también es yerno de Carlos Slim, le dijo que tenía un recado de parte del Ingeniero, como suelen llamar sus colaboradores al magnate. A López-Dóriga no lo sorprendió del todo que Slim, con el que tenía una estrecha relación desde la década de 1980, le mandara una mensaje a través de Elias Ayub, con el que tenía una relación aún más cercana, incluso a nivel de familias, pero sí el tono de premura y urgencia. Le pidió a Elias Ayub que le comentara vía telefónica el recado, pero éste le respondió que era mejor que se vieran en persona y de inmediato. El periodista estaba por salir a su programa vespertino en Radio Fórmula, de modo que acordaron reunirse en un Starbucks frente a la Cruz Roja que le quedaba de paso.

Ahí, de acuerdo con Televisa, Elias Ayub le soltó a bocajarro:

-El ingeniero está muy preocupado porque le informaron que tú habías enviado un equipo de seis unidades de control remoto a Centroamérica para investigar...

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