La sobrina sin remedio / El cenote Xcajum

Mi reciente visita a Europa no fue un viaje planeado, como siempre lo hago cada vez que vamos para "el viejo mundo", ya que los chicos de la compañía SEXart.com nos llamaron con muy poco tiempo antes para invitarnos a su proyecto de "las vacaciones de Sexart" que les he contado en columnas anteriores, y decidí ir aunque tuviera pocos días para planificarlo, pero ¿quién rechaza unas vacaciones/trabajo todo pagado (vuelos, comidas, hospedaje, etc)? Como soy una persona súper organizada, que tengo que cumplir con una lista rigurosa para que el viaje salga bien, sin embargo esta ocasión no cumplí con toda mi lista, es decir, nos fue bien, pero tuvimos algunos contratiempos un poquitín malos, que al final son experiencias de la vida, estos problemas son los que te hacen más fuerte y sabia, pero no voy a abrumarlos con el negrito en el arroz.

En fin, uno de los puntos pri-mor-dia-les en mi lista es y siempre será: encontrar una niñera!!! O niñero, lo que sea, el caso es que me cuiden a mis dos hermosos hijos perrunos que al menos mi Gigi necesita de mucha atención y cariño, y Bozh no tanto pero también que le den cariño Jajajja. No me gusta dejarlos en perreras por tantos meses, siento que se pondrían tristes al estar encerrados en un ambiente diferente a su hogar, además no sabes cómo los tratan o si son buenas las condiciones de vida, por eso siempre busco que alguien de confianza se quede en casa y les dé un buen trato, esta vez fue mi suegra, así es, una semana antes del viaje, fui por la mamá de Erick hasta Monterrey porque no le gusta viajar sola, y ya en Cancún un pequeño recorrido de la ciudad y lugares para que pudiera orientarse.

Debido a que tanto ella como yo teníamos cosas que hacer en fechas específicas, nuestro viaje en Europa fue muy corto, para poder regresar a tiempo y ahora sí, darle una buena paseada a mi suegra por lugares maravillosos de este lado del país.

Así que el primer lugar que visitamos fue Chichén Itzá, a dos horas y media en carretera desde Cancún, decidí que fuera el primero para usar toda nuestra energía, ya que recorrer caminando todo el sitio arqueológico toma 5 horas y es más cansado bajo el sol, pero vale muchísimo la pena, la primera vez que fui a Chichén Itzá fue en unas vacaciones con mis padres, hermanos, tíos y primas, y volver a ir me hizo recordar esos bellos momentos, que a lo mejor como yo era una niña, que no tenía esa madurez mental, no me daba cuenta de lo majestuosa que es la vida, que tal vez...

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