La sobrina sin remedio / ¿Por qué soy tan cachonda?

Ahora sí!! A ponernos serios porque esto ya es lo último, aquí terminan mis travesuras como la sexy brujita vudú.

Primero que nada, yo no sé por qué soy tan putita?!? ¿Alguien sabe por qué me pongo tan cachonda cuando me rodea la testosterona? Tener tantos hombres en la misma habitación y que ellos me estén admirando y grabando, me pone como horno para fundir hierro, hipermegacaliente! Ese día yo me sentía una reina que gozaba con exageración, de tal forma que parecía que el actor Steve me realizaba un exorcismo vaginal, mi cabello alborotado, mis gemidos alucinantes, mi cuerpo casi descontrolado porque tenía dentro una verga insertada hasta el fondo y yo solo me dejaba fluir, veía al director frente a mí con su cámara grabando cada ángulo, veía al fotógrafo también, el guapísimo asistente que no me quitaba la mirada, y mi amor Erick detrás de cámaras grabando en su celular con la verga en la mano, y es que él también estaba igual de excitado que yo por ver a su novia disfrutando en demasía y es que yo digo, te dediques a lo que te dediques tienes que ser el mejor, y demostrar tu talento, es decir, si yo fuera una monja sería como Sor Juana Inés, con mi hábito bien puesto todo el día, ayudando a personas y rezando por dar un ejemplo, pero como yo no soy así... jajajjaja, en fin vamo a lo que nos traje chencha.

Después de jugar con el guapo asistente en el receso, el "dueño del Hostal" o sea Steve, regresó a la habitación y se tiró boca arriba en el piso con las dos piernas en la litera y yo me monté en su verga tan deliciosamente, como cuando haces una sentadilla libre lentamente para sentir el ardor, solo que en este caso era el mástil que me esperaba bien erecto. Así montada realizaba el quiebre de cadera intensamente, pero parecía que para Steve eso era muy poco así que presionó sus piernas contra mí, elevó su cadera y ahora sí, arduamente arremetía agarrándome una de mis pequeñas bubis con su manota; yo, toda despeinada gritando de placer seguía despeinando mi cabello como desquiciada, y es que no lo aguantaba, sentía tan rico que tenía la necesidad de liberarme a chorros, llegó el momento en que Steve me pidió que me levantara encima de él y volvió a usar su técnica de Spiderman con la mano, así fue como lo bauticé todito con mi agüita "bendita" que emanaba de la pileta entre mis piernas, jajajaj.

Una vez que mojé su camisa y cuerpo, me sujetó las piernas e hizo que me sentara sobre su boca para darle unos "becerros" a...

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