La subasta ayer y la subasta hoy

AutorArmando Ponce

Algo ha enseñado la compleja situación provocada por la emergencia sanitaria del covid-19: La necesaria solidaridad social. De ahí la apertura de Galería Proceso, un proyecto basado en la relación entre la proyección del arte y su activación en el mercado.

El vínculo Proceso-comunidad artística se remonta a los orígenes de la revista, pues en su fundación jugaron un papel fundamental los creadores visuales. En efecto, la crítica de arte Raquel Tibol organizó, el sábado 25 y el domingo 26 de septiembre de 1976, una subasta cuyo resultado se traduciría en acciones de la empresa para artistas plásticos. En la Sala de Arte Público Siqueiros de la calle de Tres Picos, Polanco, Tibol martilló la venta de alrededor de un centenar de obras (pintura, escultura, grabado, dibujo, fotografía), evento para el cual el periodista Pedro Ál-varez del Villar escogió un lema propagandístico: Para los amantes de la buena pintura, una subasta pro buena lectura.

La prosa sin desperdicio de Vicente Leñero recogió para siempre en su novela de no-ficción Los periodistas (1978) aquella experiencia en la mesa de remate:

Preciosa Raquel Tibol dirigiendo la subasta, incitando a ofrecer cuánto por este óleo que tiene un precio hasta de diez mil pesos y que yo estoy dispuesta a rematar si me ofrecen cuánto, cuánto me ofrecen por esta maravillosa pintura de tanto por tanto cuyo autor nombre y apellido está considerado actualmente entre los más representativos de la nueva pintura mexicana, tres mil pesos, aquí hay un caballero que nos ofrece tres mil, ya me ofrecen tres mil pesos por este óleo con un valor mínimo de diez mil pero que yo saco a remate por tres mil pesos, un regalo, da pena con el artista ofrecerlo en tres mil, tres mil quinientos, tres mil quinientos pesos, quién da más, quién da más de tres mil quinientos pesos, cuatro mil, cuatro mil pesos y lo voy a tener que regalar en cuatro mil si nadie ofrece un poco más, cuatro mil quinientos, cuatro mil quinientos por el óleo de un gran artista mexicano, espléndido pintor, cuatro mil quinientos, cuatro mil quinientos y se va, cuatro mil quinientos a la una, cuatro mil quinientos a las dos, piénsenlo bien, no se vayan a arrepentir después por no arriesgar un poco, cinco mil, muy bien caballero, cinco mil pesos, cinco mil pesos por el óleo, cinco mil quinientos dice...

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