"El sueño de la mantarraya"

AutorEstela Leñero Franco

Las pasiones suscitadas en el grupo, las precarias condiciones de vida y, en paralelo, la disputa entre "autoridades" por la isla, es lo que Alejandro Ains-lie y el equipo de actores desarrolla en la propuesta escénica El sueño de la mantarraya, que se presenta en el Teatro el Granero del INBA.

Los acontecimientos están impregnados de una sensación de absurdo ante el hecho de la fidelidad hasta las últimas consecuencias de las órdenes de un superior, como lo sustenta el capitán Arnaud, personaje central de la obra, en contraste con el abandono y olvido en que esta autoridad los tiene. Es interesante el juego dramático de Ainslie al mostrar lo que sucede en México y el pleito legal con otros países; el cambio de poderes, la revolución, Madero, Huerta y finalmente la Segunda Guerra Mundial, en contraste con un lugar sin tiempo, aislado y sumergido en sus propios problemas. Un conglomerado de hombres y mujeres enredados en sus relaciones personales, padeciendo las inclemencias del terreno y el clima, que los llevan a la enfermedad, la locura y la muerte.

El espacio escénico es un espacio vacío donde la arena se mueve y se convierte en una playa o en una isla, amplia en principio, pero que se va reduciendo hasta desaparecer. El piso se dibuja con arena, las cabezas de los personajes se convierten en cubetas y el huracán arremete en una lucha a muerte con el capitán. Imágenes lúdicas en contraposición con el rigor de los personajes históricos, encumbrados en el poder peleando por la legalidad y moviendo a seres humanos como piezas de ajedrez.

La dualidad de El sueño de la mantarraya se ve dominada por la necesidad de contar la historia; de dar información y datos, de ejemplificarlos con acontecimientos y extenderse para abarcar lo más posible. La obra en...

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