El T-MEC. La claudicación cultural (Segunda y última parte)

AutorJorge Sánchez Cordero

La Convención fue finalmente aprobada en octubre de 2005 con la oposición férrea de los Estados Unidos. México se encontraba ante una encrucijada, ya que impulsaba en la UNESCO lo que había contradicho en Ginebra. La discordancia era empero sólo aparente: el apparátchik mexicano privilegiaba la ortodoxia del libre comercio y percibía claramente que, aun cuando la Convención del 2005 era conceptualmente valiosa, tenía serias limitaciones para su operatividad. Dimensionó que ese instrumento se hallaba muy lejos de ser óbice en la consecución de sus objetivos crematísticos; antes al contrario, éste coadyuvaba a contener los ilusos reclamos culturales.

La OMC

El sistema de la OMC se fundamenta en dos modelos, que fueron incorporados en el Acta de Marrakech del 15 de abril de 1994, fundadora de la organización (Anexos 1A y 1B, respectivamente).

El primer modelo es el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y de Comercio de 1994 (GATT1994), cuya metodología se enfoca en establecer un régimen general de libre comercio, salvo en aquellos sectores expresamente excluidos y que, por consiguiente, constituyen un régimen de excepción. Las negociaciones que se dan bajo este modelo se conocen en el lenguaje comercial como top down, que significa transitar de la regla general a la excepción.

El segundo es el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios y Anexos (GATS, por sus siglas en inglés) que, en una lista específica, liberaliza solamente aquellos servicios o sectores que libre y expresamente convengan a cada Estado, y es administrado por el TSC. Las negociaciones que se realizan de acuerdo con este modelo se conocen en el lenguaje comercial como bottom up, que implica pasar de la excepción a la regla general.

A diferencia de esta metodología, Estados Unidos logró que todos los servicios y anexos, inclusive los culturales, quedaran sujetos en el T-MEC al primer modelo, y es justamente éste el canon seguido por el T-MEC... un laurel para los Estados Unidos.

Las negociaciones en el seno de la OMC habían estado marcadas por profundas tensiones, y más aún en el GATS. La conferencia ministerial de la OMC, que tuvo lugar en Bali, Indonesia, en diciembre de 2013, se desarrolló en medio de un gran desasosiego debido a las negociaciones comerciales paralelas, que terminaron por adoptar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) al margen de la OMC.

Ante la expectativa desfavorable en relación con el libre comercio en materia de servicios para hacer progresos sustantivos en el GATS -lo que demostró finalmente la referida conferencia de Bali-, en febrero de 2012 ya se habían reunido en Ginebra los llamados Verdaderos Buenos Amigos (Really Good Friends) para diseñar un mecanismo sobre el comercio de servicios, el cual culminó con la redacción del acuerdo en la materia (Trade in Services Agreement o TiSA, por sus siglas en inglés); documento básico para entender las nuevas aproximaciones al comercio digital del T-MEC. El mencionado grupo, del que México formó parte activa, quedó integrado por 23 países, que representaban 70% del total del comercio mundial y cuyos representantes sesionaron bajo el más...

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