T-MEC laboral: ¿qué hay en las letras chiquitas?

Fecha de publicación13 Diciembre 2019
AutorLuis MiguelGonzález
T-MEC laboral: ¿qué hay en las letras chiquitas?

Los retoques al capítulo laboral acaparan la atención en las horas posteriores al anuncio del acuerdo en torno al T-MEC. En el sector empresarial mexicano han pasado de la fiesta a la resaca porque va quedando claro que habrá mayores compromisos con nuestros socios comerciales. Aparecen exigencias que ampliarían el margen de intervención de Estados Unidos y podrían quitar competitividad o generar problemas para los exportadores ubicados en territorio mexicano.

No habrá inspectores estadounidenses en México, pero sí tendremos un mecanismo que pondrá el ecosistema laboral mexicano bajo la lupa. Los estadounidenses gozarán del privilegio de fungir como árbitros finales en asuntos tan delicados como la elección de dirigentes sindicales y la salud de la democracia sindical en nuestro país. A nadie consuela que los mexicanos tengan el derecho de hacer lo mismo en territorio estadounidense. ¿Queremos y podemos supervisar las condiciones laborales de nuestros vecinos?

Uno de los asuntos que más preocupan a los empresarios es cómo funcionarán los paneles de resolución de controversias en temas laborales. La preocupación se nutre del hecho de que no hay gran experiencia en este tipo de mecanismos de solución de controversias, pero también de que en este delicado asunto, hay un reconocimiento (sin culpa) de que en México casi nadie sabe cómo se come la democracia sindical. Entre los empresarios hay un temor, más que justificado, de que las nuevas reglas del juego crearán un nuevo escenario donde los sindicatos tendrán más poder. “Esto nos preocupa y molesta, lo cierto es que puedo contar con los dedos de la mano las empresas y los empresarios que tienen una relación sana y productiva con el sindicato de su empresa “, me explicaba un empresario del sector manufactero, propietario de una empresa con 120 trabajadores.

¿Pudo México decir no a las exigencias más duras de Estados Unidos? En el gobierno están convencidos de que se logró el mejor acuerdo posible. Jesús Seade es un negociador íntegro y experimentado, así que el problema no está en el hombre que tuvimos en la mesa. En el fondo, la cuestión tiene mucho que ver con que no había plan B. México tenía y tiene demasiadas canicas puestas en la relación con Estados Unidos. No podemos darnos el lujo de poner en riesgo la relación comercial. Un asunto central en la negociación es que Estados Unidos no estaba dispuesto a dejar los cabos...

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