El T-MEC, sujeto a negociación política en Canadá
Autor | Jaime Porras Ferreyra |
MONTREAL.- En Canadá prevalece la idea de que llegó el momento de pasar a otra cosa después de los últimos cambios al texto del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que reemplazará al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Sin embargo, falta que el Parlamento ratifique el texto, para lo cual los liberales de Justin Trudeau necesitan aliarse con otras fuerzas políticas.
Y aunque el gobierno se muestra optimista, ha tenido que hacer concesiones. "Canadá no tenía nada que ganar en esta renegociación de la administración Trump. Su victoria más importante ha sido cruzar este periodo, a menudo amargo, sin tantos daños", expresó por ejemplo Gérald Fillion, analista económico en Radio Canadá.
Entre los logros con el T-MEC que se enfatizan oficialmente está el fin de la incertidumbre, ya que Estados Unidos es el principal socio comercial de ese país; además consiguieron mantener el capítulo 19, que estipula la existencia de un tribunal independiente para resolver conflictos. Y Canadá apoyó las reformas laborales que Estados Unidos pidió a México, ya que algunos sindicatos canadienses las consideraron necesarias para que no exista competencia desleal.
Sin embargo, dos aspectos del nuevo tratado generan críticas porque afectan a sectores importantes de su economía: los lácteos y el aluminio. El primero fue atacado a mansalva por Trump, mientras que el segundo apareció como un punto de preocupación para los mexicanos.
La batalla por los lácteos
Durante las negociaciones del T-MEC, el presidente estadunidense Donald Trump criticó a Canadá por su sistema de gestión de oferta en lácteos, que no formaba parte del TLCAN. Los canadienses utilizan desde 1972 ese sistema para leche y derivados, que también se aplica en el sector avícola: el país emite cuotas para satisfacer la demanda interna y los importadores deben pagar aranceles significativos a fin de desalentar su participación en el mercado canadiense.
Frente a la vehemencia de Trump, Ottawa subrayaba en cada oportunidad que Estados Unidos exportaba el doble de productos lácteos de los que importaba de Canadá. Además, recordó que los estadunidenses despliegan desde hace años una serie de apoyos federales para sus granjas lecheras. Algunos analistas de ambas naciones consideraron que la postura de Trump era desproporcionada y pretendía ganarse el apoyo de sus votantes en los estados con mayor producción en ese rubro.
En un encuentro público con productores lecheros en...
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