Tal como es...

AutorAnabel Hernández

Impresionante, inteligente, carismático y manipulador les pareció El Chapo Guzmán al hoy exjefe de inteligencia de la DEA en México, Larry Villalobos, y a quien fue supervisor de operaciones de la agencia, Joe Bond.

Ellos lo conocen muy bien porque han sido testigos de la historia reciente del narcotráfico en México y estudiaron durante años al Cártel de Sinaloa. Entrevistados en Estados Unidos, revelan en exclusiva para Proceso los pormenores de un encuentro que sostuvieron con Guzmán Loera en la prisión de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, en octubre de 1998, y que hasta ahora mantuvieron en secreto.

Ambos agentes permanecieron en México entre 1997 y 2003. Tienen información fresca porque Villalobos se jubiló de la agencia antidrogas apenas en 2012 y Bond al año siguiente. Entre sus últimos cargos, el primero fue jefe de Inteligencia del EPIC (Centro de Inteligencia de El Paso, por sus siglas en inglés), mientras que Bond fue coordinador de los agentes de la Oficina de Operaciones Internacionales.

Por sus posiciones en México, los agentes obtuvieron información de la "fuga" de Guzmán Loera en enero de 2001, lograda según ellos gracias a la complicidad de funcionarios del gobierno de Vicente Fox, más allá del personal del reclusorio.

A partir del relato de los agentes retirados de la DEA puede echarse un vistazo a la personalidad, los odios y los miedos de Guzmán Loera, considerado el narcotrafi-cante más poderoso del mundo por el gobierno de Estados Unidos y a quien el gobierno mexicano dice haber capturado sin un solo disparo.

El contacto

Contra lo que pudiera pensarse, fue El Chapo quien contactó a la DEA cuando estaba recluido en Puente Grande. "En ese tiempo -recuerda Villalobos- estaba yo en la em-bajada de Estados Unidos en México, trabajando con la DEA, y llegó una gente del Chapo a traernos el recado de que él quería verse con la agencia para hablar de los Arella-no Félix. Quería entregarlos".

En aquel tiempo los hermanos Arella-no Félix encabezaban el Cártel de Tijua-na y, según la versión del gobierno federal, ellos iniciaron la balacera del 24 de mayo de 1993 en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, con el fin de ejecutar a Guzmán Loera, pero mataron al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

"No es que el gobierno de Estados Unidos pueda entrar en ese asunto. Nosotros trabajábamos de cerca con el gobierno de México, era la administración de Ernesto Zedillo. Teníamos contacto con Mariano Herrán Salvatti y trabajábamos también con José Luis Santiago Vasconcelos. Les dijimos que había llegado un tipo que decía hablar por El Chapo y que él quería vernos. Hablamos con la gente de la DEA, con Washington. Yo sabía que la fuente era una persona muy cercana al Chapo", cuenta el exagente Villalobos.

Y aclara: "Nosotros somos representantes del gobierno de Estados Unidos en México, no íbamos a dañar un caso; teníamos que confirmar y coordinar todo con el Departamento de Justicia. Como no trabajamos solos, teníamos que ir con el gobierno de México".

Como...

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