Talacha callejera

Bajo el sol, entre pintura y lijas, una familia se ha mantenido durante 40 años desarrollando un viejo oficio.

Sobre la calle Agustín Lara, entre Luis de la Rosa y Avenida Morelos, en la Colonia Jardín Balbuena de la Alcaldía Venustiano Carranza, Elio y Joel Andrade, padre e hijo, ofrecen sus servicios de estética automotriz.

Sin horno, sin lonas y sin local, así es como este oficio es la fuente de ingresos para Elio Andrade, quién lleva 40 años dedicándose a la hojalatería y 20 años cazando clientes con su lija, lima y martillo.

Aunque hubo un tiempo en el que trabajaba para un taller de hojalatería y pintura, con todos los aditamentos, la paga no era suficiente.

Ahora, sobre la calle, a un lado del Deportivo Mixhuca, Elio, quien se especializa en pintura, coloca las herramientas, pasta, compresora y su radio de cassette, que adquirió en la chacharas por 70 pesos.

"El primer paso es ocupar una 'chancla' con una lija, se humedece con agua y jabón para empezar a rebajar la pintura de la zona afectada, luego se limpia y se le pasa la lima, esta deja la lámina al descubierto para que se adhiera mejor la pintura", explica Elio.

A unos metros trabaja Joel, quien junto con sus hermanos son la segunda generación que emplea este oficio para 'echarle la mano' a su padre.

Joel tiene 12 años dedicándose a la hojalatería completamente, pues al terminar la prepa laboró cuatro años con el Ejército.

"Cuando era pequeño venía con mi papá a ayudarle después de la...

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