Teatro Nacional de Grecia

AutorEstela Leñero Franco

El Festival de Atenas y Epidauro que se realiza año con año desde 1954, transmitió en vivo Los persas, dirigido por Dimitris Lignadis. En un teatro con capacidad para 13 mil espectadores, se colocaron, en las gradas de piedra, más de 10 mil personas, que difícilmente cumplieron los protocolos establecidos.

Teatro Nacional de Grecia, con su gran experiencia en llevar a escena a sus clásicos, continuó por este camino y trajo al presente Los persas, con una dramaturgia respetuosa de la obra, un vestuario que mezcla leyenda y modernidad, una dirección sobria y dinámica, con movimientos coreografiados de gran belleza, y una exultante interpretación actoral. Aún a distancia y al aire libre pudimos contemplar su energía, su potencia expresiva y la tensión dramática generada a lo largo de toda la tragedia. No había descanso tanto en la intención como en la propuesta estética y de contenidos.

El vestuario de Eva Nathe-na combina las camisas blancas con letras griegas bordadas de color negro o rojo, según el significado, con las faldas clásicas y las sandalias. La iluminación de Christina Thanasoula es exacta y el ritmo va siempre hacia arriba.

Esquilo habla en esta obra sobre los persas, los vencidos, donde, a través de la derrota y la compasión, se engrandece a los griegos que han salido triunfantes. Los persas (472, a. C.) es el drama más antiguo que ha sobrevivido en su totalidad hasta nuestros días, y trata sobre la Batalla de Salamina, una guerra en la que el autor participó. A diferencia de las tragedias escritas por los clásicos griegos, esta historia está muy cercana al presente en el que fue escrita, y el día de la función se escucharon...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR