Teherán-Washington. La guerra de los hidrocarburos

AutorTémoris Grecko

La realidad es bastante diferente, sin embargo. De entrada, es improbable que se cumpla la exigencia estadunidense de que todos los países dejen de importar crudo iraní. China, el mayor cliente de los persas, enfrenta su propia ofensiva trumpiana y ya está viendo la oportunidad de devolver el golpe, sustituyendo sus compras de hidrocarburos de Estados Unidos por las de origen iraní. Otras naciones y la Unión Europea también analizan la forma de evadir el golpe.

Además, el impacto difícilmente quedará limitado a Irán: lo más probable es que se extenderá por el planeta, llegando incluso a golpear a los votantes de Trump, que lo sentirán en el costo de la gasolina. Aunque Washington ha tratado de convencer a los mercados de que existe suficiente combustible para reemplazar lo que deje de exportar Irán, analistas del ámbito financiero cuestionan tales aseveraciones y pronostican alzas en los precios por barril que pueden llegar a ser desmesuradas.

Las consecuencias no se quedarán en el ámbito de la oferta y la demanda, en todo caso.

Una amenaza latente es la de la guerra:

Irán tiene capacidad de bloquear el estrecho de Ormuz, que lo separa de la Península Arábiga, es la boca del Golfo Pérsico y el punto inevitable de paso de 20% del petróleo mundial. La marina estadunidense asegura que tomará represalias si sus enemigos llevan a la realidad sus insinuaciones de interrumpir el tráfico marítimo.

Y una consecuencia cercana es la inestabilidad nuclear. Aunque el objetivo declarado de Trump es evitar una escalada armamentista, su víctima inmediata apunta a ser precisamente el pacto que impide que se produzca, el que suspende el programa atómico iraní. La Casa Blanca argumenta que no está satisfecha con él, aunque todas las demás partes señalan que Irán lo está cumpliendo. Y los esfuerzos por sostener el acuerdo parecen estar haciendo agua en un entorno que se complica cada día más.

P5+1-1

Los representantes del grupo P5+1 (los cinco países con membresía permanente en el Consejo de Seguridad -Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña-más Alemania) y los de Irán alcanzaron un acuerdo largamente discutido, superando un torpedeo duro y sostenido proveniente de una coalición inusual: coincidieron en ello desde los republicanos de Estados Unidos y el gobierno israelí hasta los conservadores iraníes, pasando por los monarcas sauditas y emiratíes.

Pese a todo, los signantes establecieron el Pacto Nuclear con el que Irán se comprometió a...

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