El teterete

AutorFrancisco Toledo

Jesús camina sobre el agua

En seguida Jesús hizo que los discípulos subieran a la barca y se le adelantaran al otro lado mientras él despedía a la multitud.

Después de despedir a la gente subió a la montaña para orar a solas. Al anochecer estaba allí él solo, y la barca ya estaba bastante lejos de la tierra, zarandeada por las olas, porque el viento le era contrario.

En la madrugada, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua quedaron aterrados.

-¡Es un fantasma! -gritaron de miedo.

Pero Jesús les dijo en seguida:

-¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo.

-Señor, si eres tú -respondió Pedro-, mándame que vaya a ti sobre el agua.

-Ven-dijo Jesús.

Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Pero, al sen- ¦ tir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó:

-¡Señor, sálvame!

En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió:

-¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

Cuando subieron a la barca, se calmó el viento. Y los que estaban en la barca lo adoraron diciendo:

-Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.

Después de cruzar el lago, desembarcaron en Genesaret. Los habitantes de aquel lugar reconocieron a Jesús y divulgaron la noticia por todos los alrededores. Le llevaban todos los enfermos, suplicándole que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto, y quienes lo tocaban quedaban sanos.

Mateo, 14:22

Mi gurú es el vehículo de la luz

Un discípulo fue a ver a su gurú a última hora de la tarde, y el gurú le dijo:

-Llegas tarde. ¿Por qué?

-Bueno -dijo el alumno-, sucede que vivo al otro lado del río, y el río está desbordado, por eso no podía llegar. No pude vadearlo, como hago siempre, y no hay puente, como usted sabe, y tampoco hay botes.

-Y bien -dijo el gurú-. ¿Cómo llegaste entonces?

-Bueno, pensé: "Mi gurú es el vehículo de la luz. Es como si no hubiera nadie en su lugar, es sólo un transporte para la luz. Meditaré sobre mi gurú, y caminaré sobre el agua". Dije: "Gurú, gurú, gurú", y aquí estoy.

El gurú, por supuesto, pensó: extraordinario". El alumno se fue, pero el gurú no podía sacarse la historia de la cabeza. Al fin se dijo: "Bueno, voy a probar", y bajó al río, y después de asegurarse...

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