"The day after"

AutorFabrizio Mejía Madrid

-¿Qué va a pasar si no podemos venderle aguacate a Estados Unidos? ¿Todos los días vamos a comer guacamole?

Más allá de la vulgaridad con la que se ha confundido la opinión, el ansia de que colapse de alguna forma la decisión de 30 millones de electores, que le vaya mal a López Obrador, y que todo termine en una ruina cuyo único objetivo es darles la razón a quien lo advirtió, me señala que todo Apocalipsis es, en realidad, una justificación de la idea de orden. Todo cambio que se propone se contesta con la idea de que el país anterior no estaba, como sí lo pensaron los 30 millones de votantes, en ruinas. Me resulta curioso que la rancia oligarquía mexicana se haya alejado tanto de las castas inferiores -a las que desprecia tanto que llega a sugerir que no debían tener derecho al sufragio- que no pueda sino tomar con estupor el cambio que se avecina. Que se niegue a aceptarlo y que sus voceros, oligarquía de los mártires, se hayan convertido en estos días en la secta de los elegidos que saben cómo terminará todo.

El ejemplo está en Macbeth, de Shakespeare. Al principio, las brujas se preguntan cuándo se volverán a encontrar, "si en el trueno, el relámpago o la lluvia". Y la respuesta es una profecía que, como todas, tiene que ser tan ambigua como un volado: "Cuando finalice el estruendo/ Cuando la batalla esté ganada y perdida". Como escribe Frank Kermode en El sentido de un final, el ansia de profetizar es "un deseo de sentir el futuro en el instante". Hay una angustia entre lo que constituye un "sistema" y lo que parece la "realidad". Lo que se desea y lo que está predestinado en Macbeth, en el presente mexicano toma por sorpresa a la oligarquía entre la irresponsabilidad pasional de los votantes y lo que "realmente" se puede hacer: los nuevos brujos, los "técnicos", nos dirán, no las masas enloquecidas por el rencor. "Si con hacerlo, quedase hecho", exclama Macbeth, y lo que desea es imposible: que sus actos no tuvieran consecuencias en el tiempo. Este presente eterno, sin consecuencias, es el que se termina en México con el resultado del 1 de julio. Ante el agobio de Macbeth de tener que actuar y que su futuro contenga, a la vez, la cara y la cruz, su esposa le cuestiona: "¿Estaba ebria, entonces, la esperanza?"

Ese tiempo eterno en el que se actúa sin consecuencias tiene un registro político en México. Le llamamos "impunidad". Quienes lo perpetuaron, ahora claman al cielo para que venga el final del tiempo, otra forma de eternidad. Del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR