En Tierra Caliente se muere de impunidad

AutorEzequiel Flores Contreras

CHILPANCINGO, GRO.- El secuestro masivo de una familia en Ar-celia y el de cinco profesores en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, registrados esta semana, exhibió la impunidad y violencia que prevalecen en la entidad, además del fracaso de la estrategia de seguridad federal coordinada por el Ejército desde diciembre de 2014 en la región de la Tierra Caliente, donde la delincuencia mantiene su control territorial.

El grupo que dirige un sujeto conocido como El Tequilero, al servicio de Guerreros Unidos, le disputa a La Familia, encabezada por Jonhy El Mojarro Olascoaga Hurtado, el control de las zonas de producción y trasiego de drogas en la zona norte y la región de Tierra Caliente. Sus recientes saldos muestran cómo la delincuencia logró enquistarse en la industria minera, en la que se han convertido en socios de las empresas extranjeras e incluso les rentan maquinaria con la anuencia de autoridades de los tres niveles.

La tarde del sábado un grupo armado interceptó a una familia que se dirigía a una boda en la comunidad de El Salitre, municipio de Arcelia. Los pistoleros se llevaron por la fuerza al menos a 16 hombres; dejaron libres a mujeres y niños.

Los sicarios ejecutaron a cuatro personas sobre el camino de terracería, entre ellos a José Eutimio Tinoco, que poseía una cadena de tortillerías en Arcelia.

El lunes 11, otro comando irrumpió en la secundaria técnica 114, en el poblado de Santana del Águila, municipio de Ajuchitlán del progreso y secuestró a cinco docentes, entre ellos una mujer y el director del plantel, frente a sus alumnos y trabajadores.

El secuestro provocó malestar generalizado en esta región, que colinda con Michoacán y el Estado de México, donde la narcoviolencia provocó el cierre de comercios y la salida de empresas trasna-cionales, como Coca Cola-Femsa.

Desde el martes 12, una veintena de planteles cerraron ante la falta de garantías de seguridad para los profesores. Familiares de los maestros secuestrados salieron a pedir dinero porque los plagiarios exigieron 2.5 millones para liberarlos.

Decenas de personas marcharon en Arcelia y bloquearon la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano para exigir la liberación de los 16 plagiados. También exigieron que se fuera la Policía Federal, por sus presuntos nexos con el narco.

El gobierno guerrerense anunció un despliegue de soldados y agentes estatales para tratar de localizar a los plagiados. El fiscal de la entidad, Xavier Olea Peláez, atribuyó los plagios al...

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