La tierra natal de Zapata, con títulos históricos pero fraccionada

AutorJaime Luis Brito

ANENECUILCO, MOR.- Las tierras por las que Emiliano Zapata Salazar inició la revolución en marzo de 1911 se han venido reduciendo en los últimos 100 años. Los cultivos tradicionales -maíz, frijol, calabaza, hortalizas, caña- han sido sustituidos por varilla, cemento y ladrillos.

Miliano, como lo llamaban, nació el 8 de agosto de 1879 en esta comunidad. Fue bautizado con el nombre que le dio el calendario. La casa donde su madre dio a luz es ahora un museo olvidado que atesora en su caja fuerte los documentos originales de la propiedad de la tierra. Estos papeles le fueron entregados al caudillo el domingo 12 de septiembre de 1909, el día en que fue nombrado calpulelque de Anenecuilco, según escribió Jesús Sotelo Inclán en su libro Raíz y razón de Zapata.

En esa misma asamblea se eligió al "secretario", que estaría a cargo de cuidar los títulos originales de la tierra. Esa función recayó, por orden de la asamblea, en Francisco Franco Salazar, primo hermano de Emiliano, a quien todos apodaban Chico. Él se hizo cargo de la custodia de los documentos aun después de que el Caudillo del Sur fue asesinado y continuó con las gestiones para defender la tierra por muchos años, hasta que, en 1947, luego de cuidarlos por más de 30 años, se los entregó a su esposa. El 21 de diciembre de ese año fue asesinado por elementos de la Policía Estatal y del Ejército.

Sotelo Inclán cuenta cómo, después de este crimen, la viuda hizo saber de los documentos, que permitían la protección legal de las tierras de Anenecuilco, aquellas que la comunidad entregó a Emiliano para su defensa.

En una carta inédita hasta hace poco, que Proceso pudo revisar en el archivo de la familia Franco, se da cuenta de la lucha que Chico Franco, como guardián de las tierras, tuvo que librar, incluso contra los propios descendientes de Emiliano. Está fechada en Anenecuilco el 26 de junio de 1943; la firman Chico Franco y Tirso Quintero, quienes la dirigen al entonces presidente Manuel Ávila Camacho:

"Como Ud. podrá recordar, el 11 de abril del presente año, tuvimos la honra de hablarle en la ex-hacienda de San Nicolás, hoy Galeana [...] En aquella ocasión expusimos a Ud. cómo habíamos sido interrumpidos en nuestra pacífica posesión por un grupo de vecinos de Villa de Ayala, que armados y protegidos por algunas autoridades de la Delegación Agraria del Estado, se apoderaron de nuestras tierras que ya estaban preparadas y aún sembradas para los cultivos de este año [...] Habiendo escuchado Ud. nuestras razones ordenó que se nos dejara a nosotros en posesión de esas tierras mientras se preparaban otras para darlas a los vecinos de Villa de Ayala, quienes debían dejar las nuestras inmediatamente...

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