El "Titanic" o el infinito naufragio

No hay historia de barcos que supere la narración del Titánic. Como el Evangelio de san Juan o El Conde de Montecristo, es de aquellos relatos que nos sabemos de memoria y sin embargo, al igual que los niños, queremos escucharla, leerla o verla una y otra vez. Y, a sabiendas de que es imposible, siempre abrigamos la esperanza de que ahora sí tendrá otro desenlace. Jesús no será crucificado. Un milagroso zeppelín logrará salvar al Titánic.

La tempestad del progreso

La era de los trasatlánticos la inició en 1840 la Cunard Line y terminó en 1956 al hundirse el Andrea Doria frente a Terranova. A partir de entonces su lugar fue ocupado por los aviones y el barco de pasaje sobrevive nada más en la Dis-neylandia de los cruceros.

En 1888 la White Star Line sustituyó el buque de madera por el navio de hierro y suprimió las velas. John Pierpoint Morgan, el supermillonario inventor de las transnacionales y uno de los dueños de México, en 1902 adquirió para su vasto imperio industrial y financiero la White Star Line y la hizo parte de su International Mercan-tile Marine. A fin de ganarle a la Cunard -que con el Lusitania había logrado en 1906 el cruce del océano en menos de seis días- la ruta del Atlántico norte y hacerse de las inmensas ganancias que representaba, Morgan financió la construcción en Belfast, Irlanda, del barco más grande, más moderno y lujoso del mundo.

Era arrogante hasta en su nombre: Titánic. Funcionaba gracias a tres inmensas máquinas de vapor y una turbina. Para mantenerlo en funcionamiento requería de 200 hombres y 600 toneladas diarias de carbón. Estaba diseñado para la seguridad. Sus mamparas anticolisión lo hacían insumergible. Llevaba cantidades asombrosas de comida: 34 mil kilos de carne, 5 mil de pescado, 40 mil huevos, 40 toneladas de papas...

La Bella Época

Con él llegaban a su culminación la Bella Época y una década en que el progreso parecía haber alcanzado su no más allá: telegrafía inalámbrica de Marconi, transmisión de la voz humana a través de las ondas de radio, 122 mil teléfonos en uso en Gran Bretaña, primera película dramática, ya no sólo documental; primer submarino, primer Mercedes Benz, primer Modelo T de la Ford Motor Company, primeros autobuses de motor, tranvías, ferrocarriles subterráneos, primer programa radiofónico con voz y música, fotografía en color, inicio de la edad de los plásticos con el celofán y la baquelita, popularidad de la pluma fuente que asesinaba al lápiz y al manguillo, Salvarsán como remedio contra la sífilis, semana de...

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