De todo corazón consejos humanos

Amor atropellado, parte 2

Hola, Tía Remedios, no sé si me recuerdes, soy Pedro, el del caso que titulaste Amor Atropellado y salió publicado el 28 de febrero. Ahora te cuento que tomé la decisión de salirme de mi casa, porque le encontré a mi esposa números extraños en su celular, le pedí una explicación y me dijo que había hablado con su hermana, aunque no era el número de su hermana, además de que eran varias llamadas que había tenido en todo el día. Tomé la decisión y me salí de mi casa y dejé que se quedara con todas las cosas, no tengo a dónde ir y ando en mi carro. Así que nuevamente necesito un consejo de usted, no sé si buscar otra persona y me doy otra oportunidad. ¿Qué hago? o ¿la busco, regreso con mi esposa? No sé, me gustaría que me dieras un consejo. Muchas gracias, Tía Remedios.

Pedro, operador de tractocamión.

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¡Hooola!, querido Pedro. En tu mensaje anterior dijiste que tenías ocho años junto a esta mujer que no puede embarazarse, que tú le dijiste que buscara que otro le hiciera el hijo, luego te arrepentiste y al parecer ella se consiguió a alguien. Ante esto dices que te has ido de tu casa y que no tienes a dónde ir. Lo dudo. Siempre hay algún pariente que puede abrir su casa por unos días. Búscate a alguno o busca una casa de asistencia, en esta ciudad siempre hay alguien que renta una habitación, así que busca. Lo ideal es que vayas a un grupo de terapia. Te sugiero que empieces por tu autoestima. Si logras sentirte mejor contigo mismo, podrás tomar mejores decisiones y podrás poner en orden qué es lo que quieres hacer con tu vida. En vez de pensar en buscar otra persona, con la cual vas a tener los mismo pedos que con ésta, porque el problema está en la forma en que tomas decisiones de vida; acude al taller de autoestima, éste te servirá para revisar tus emociones, acomodarlas y poder decidir mejor.

Dos decepciones, una barrera

Hola, Tía Remedios, te mando muchos saludos. Mi problema tiene su origen en dos relaciones importantes, pero muy conflictivas. El primer novio que tuve era muy celoso y posesivo, cosa que fue desgastando tanto la relación como el amor que sentía por él. Mi segundo novio, que en realidad nunca lo fue porque nunca me dio mi lugar y sólo quería que estuviéramos juntos cuando él tenía ganas de sentirse apapachado. Él no estaba ni comprometido ni interesado en mí, me lastimó mucho y nunca dejó de pensar en su ex. Creo que todo esto me hizo volverme totalmente desconfiada y romper...

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