"Todos los caminos llevan a Putin"

AutorTémoris Grecko

A lo largo de octubre, "traición" podría ser la palabra más repetida sobre Estados Unidos. La usan los kurdos del norte de Siria, quienes pagaron con sangre el costo de la decisión de la Casa Blanca de darles la espalda, abandonándolos ante la ofensiva del ejército turco mientras Donald Trump le obsequiaba al presidente de Rusia, Vladimir Putin, el control de Oriente Medio.

En los países árabes e Israel resuenan las acusaciones de traición; lo mismo ocurre en Europa pese a que los señalamientos están envueltos en la tersura del lenguaje diplomático. Lo dicen hasta los rusos, beneficiarios directos de las decisiones del mandatario estadunidense.

Lo peor para Trump es que la idea de que él ordenó arrojar a los leones a un aliado que peleó duramente al lado de sus tropas contra un temible enemigo común, el Estado Islámico (EI) -y de que con ello le regaló el escenario a Putin-, se ha abierto paso como una tromba en la política y en los medios de Estados Unidos, así como entre las comunidades militar, de seguridad e inteligencia. Incluso, entre sus compañeros del Partido Republicano y los comentaristas que lo han apoyado.

En un momento en que sus rivales demócratas creen haber hallado las evidencias para destituirlo, mediante un proceso ya iniciado de impeachment, y en el que necesita más que nunca el respaldo unificado de sus correligionarios, éstos han expresado -con visibilidad sin precedente en este siglo- su discordia y rechazo hacia una decisión emanada de un presidente de sus propias filas. Dos terceras partes de los legisladores republicanos apoyaron el miércoles 16 una resolución no vinculante de la Cámara de Representantes que condena el retiro de las fuerzas estadunidenses del norte de Siria, aprobada abrumadoramente por 354 votos en favor y sólo 60 en contra.

También lamentan el tremendo golpe que está recibiendo la imagen de Estados Unidos al desechar a un socio y la manera como lo ha hecho Trump, menospreciándolo y poniendo en duda su utilidad, su compromiso y su honestidad.

Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, describió la asociación que tenían con los kurdos como una "alianza sensacional" que hizo retroceder al EI. "Lamento que estemos donde estamos", agregó.

El senador republicano Roy Blunt dijo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdo-gan, "no ha sido un aliado confiable y los kurdos sí lo han sido"; y su compañero Joni Ernst añadió que "de verdad hemos abandonado a un aliado estratégico, los kurdos que apoyaron en la lucha a nuestros hombres y mujeres de uniforme".

Pero a los estadunidenses no sólo les apenan las imágenes de mujeres kurdas asesinadas y de...

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