Trágicas omisiones en el historial del futuro secretario

AutorJuan Alberto Cedillo

SALTILLO, COAH.- Durante más de tres años Los Zetas utilizaron el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Piedras Negras para asesinar e incinerar al menos a 150 víctimas, pero el exgobernador Humberto Moreira argumentó que la seguridad de la prisión "era de los militares", es decir de la guarnición que encabezó, en el periodo más sangriento, el general Luis Cresencio Sandoval González, futuro secretario de la Defensa Nacional.

El 15 de octubre de 2017 el sitio web de Proceso publicó el reportaje El Cereso de Piedras Negras, búnker de Los Zetas, donde se informa de los "diagnósticos" sobre el sistema penitenciario mexicano elaborados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

En esos documentos la CNDH asienta que desde 2011 hasta 2013 se advirtió a las autoridades estatales y federales que la cárcel estaba bajo el "control por parte de los internos", que "internos ejercen violencia o control sobre el resto de la población", "hay prostitución" y "cobros por parte de los internos para protección", entre otras irregularidades.

José Ángel Herrera, fiscal especial para la búsqueda de personas desaparecidas en Coahuila, relató a Proceso los crímenes cometidos entre 2011 y 2012. En el "Cereso, Los Zetas llevaron a cabo acciones como fabricación de chalecos, fornituras, reparación y/o desmantelamiento de vehículos", aseguró.

Añadió que en los talleres de la prisión los internos modificaban tanques de la gasolina de automóviles, camionetas y hasta tractocamiones. Esos vehículos fueron utilizados para transportar las millonarias ganancias de Los Zetas por la distribución de cocaína en todo Estados Unidos desde Dallas, Texas.

Otra investigación, de El Colegio de México, encabezada por Sergio Aguayo y Jaco-bo Dayán (El yugo de Los Zetas), asienta que el expediente APP 005/2014-BIS, de mil 535 folios y facilitado por la Fiscalía General del Estado, contiene las declaraciones ministeriales de 11 integrantes de Los Zetas, 49 internos, 21 custodios y 18 empleados del penal: "En total 119 implicados en esta trama de venganza y muerte".

Los internos interrogados confesaron que desde 2009 ingresaron a ese penal estatal camionetas con decenas de cadáveres, pero en ocasiones las víctimas llegaban aún vivas. En total fueron "unas 150 personas privadas de su libertad, quienes posteriormente fueron ejecutadas e incineradas en el área de talleres y carpintería", puntualizó Herrera.

En el reportaje citado del portal de Proceso se mencionó al entonces gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, como responsable de esta situación, al menos por omisión.

En una carta de respuesta a Proceso, Moreira...

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