La traición a los huicholes…

AutorArturo Rodríguez García

Para el pueblo wixárika, mejor conocido como huichol, la sierra de Catorce y su valle circundante forman un lugar sagrado. Ellos se refieren a esa región de San Luis Potosí como Wirikuta y le rinden tributo desde tiempos inmemoriales.

En su cosmogonía, Wirikuta es uno de los cincos puntos cardinales que dieron origen al mundo; ahí nacieron los dioses bajo el influjo del poderoso Tau (el Sol), que ellos consideran el pilar de la vida. Por eso, dicen, su destrucción significaría el fin de la humanidad.

Pero estas tradiciones no le dicen nada a la First Majestic Silver Corporation. A los dueños de la firma canadiense poco les importa que desde 1988 Wirikuta haya sido incorporada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) a la Red Mundial de Lugares Sagrados Naturales y que desde 2004 esté en la lista tentativa de esa organización para convertirse en Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad.

Para la trasnacional canadiense la sierra de Catorce es sólo un filón que, según cálculos de los activistas del Frente por la Defensa de Wirikuta (FDW), podría contener miles de toneladas de plata que se pretenden extraer mediante la combinación de métodos de recuperación de viejas minas con nuevos túneles y tajos a cielo abierto.

La First Majestic tiene el aval del gobierno federal, dicen los habitantes del lugar que ellos consideran sagrado. Indican que, a través de la Dirección General de Minas (DGM), la Secretaría de Economía otorgó ya 22 concesiones mineras que amparan la explotación argentaria de 6 mil 326 hectáreas. Y aunque las beneficiarias fueron empresas mexicanas, sus dueños cedieron esos derechos a la trasnacional canadiense.

Los activistas entrevistados estiman que 70% del fundo minero se ubica en su zona ceremonial y advierten que el entorno ecológico y espiritual será totalmente destruido cuando la mina empiece a operar.

Promesas vanas

Hasta ahora, explica el FDW, los canadienses sólo realizan “actividades de exploración”. Están a la espera de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) les autorice el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) para iniciar sus operaciones en el fundo minero.

Iván Guzmán, del FDW, asevera que el gobierno de Felipe Calderón ha dado todas las facilidades a la First Majestic. Incluso, dice, en los últimos meses ha utilizado a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) con el...

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