Traidores

AutorJavier Sicilia

Si quienes nos "gobernaron" en el pasado pertenecen a la estirpe de los fraudulentos, a quienes Dante reservó la quinta fosa del octavo círculo del infierno, donde habitan hundidos en la viscosidad de la brea, López Obrador y Morena pertenecen a la de los traidores. Sus traiciones son innumerables: a las víctimas, a las mujeres, a los indígenas, al medioambiente, a la salud. Me centro en una, la traición a las víctimas y a la paz del país.

Después de su compromiso público con ellas en el Centro Universitario Tlatelolco, el 15 de septiembre de 2018, para crear, junto con la Secretaría de Gobernación, una prioritaria política pública basada en la Justicia Transicional, AMLO, con la complicidad de su gabinete, desechó todo: apuntaló al Ejército más allá de lo que Calderón y Peña Nieto lo hicieron, redujo la Comisión de la Verdad -una de las partes fundamentales de la Justicia Transicional-al caso Ayotzinapa, que ni siquiera ha resuelto; destruyó la Comisión de Atención a Víctimas, reduciendo su presupuesto y desapareciendo su Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral; redujo también el presupuesto de la Comisión Nacional de Búsqueda; cobija a supuestos criminales -exculpa a su hermano Pío, a Cienfuegos, los enriquecimientos de Bartlett y de la secretaria de la Función Pública-, apoya la candidatura del violador, y quizá cómplice del crimen organizado, Félix Salgado Macedonio, y la de otros impresentables, apuntalados por Mario Delgado; deja intocados a quienes persigue por corrupción y lavado de dinero de sus posibles vínculos con las innumerables masacres que ocurrieron y siguen ocurriendo en el país; mantiene el mismo 90% de impunidad de las administraciones anteriores y, en complicidad con los gobiernos de los estados, abandona a la gente a la extorsión, la desaparición y la muerte (en estos dos últimos años ha habido 60 mil asesinados y 29 mil 789 desaparecidos). El propio AMLO no deja de promover la violencia desde sus mañaneras.

No hay que ir muy lejos para saber los resultados de sus traiciones en relación con las víctimas. El parte que, sólo sobre desapariciones, rindió el pasado 29 de enero Alejandro Encinas, un hombre cuya labor parece reducirse a contar muertos, desaparecidos y fosas, y no a detener las causas que los generan, son claros en lo que oculta.

Con el estilo triunfalista de AMLO y de López-Gatell, Encinas, siguiendo el dicho de Stalin -"un muerto es una tragedia, un millón son sólo una estadística"-, informó sin...

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