Tras el Orden Público

Por la noche, Rolando decidió acompañar con varias cervezas la amena plática de sus amigos que se llevaba a cabo en la calle. Después de un rato, se separó discretamente, buscó una zona de la calle que no estuviera iluminada, se abrió la bragueta del pantalón, descargó su tensión frente a la pared dajando un charco en el piso.

Su relajación se vio suspendida por la intromisión de los faros blancos que lo señalaron y las torretas azules y rojas que lo alumbraron mientras giraban.

Cuando volteó, Rolando no pudo más que sonreír al mismo tiempo que se subía la cremallera.

"¿Qué pasó, jefecitos? ¿De a cómo nos arreglamos esta travesura?", cuestionó a los policías que ya se dirigían hacia él.

Rolando fue uno de los 300 mil 432 infractores al Reglamento Gubernativo de Justicia Cívica el año pasado en el DF.

Los Jueces

De acuerdo con cifras proporcionadas por la Dirección de Justicia Cívica del Gobierno del DF, la principal infracción que se comete es la de ingerir bebidas alcohólicas en la vía pública, la cual representa el 49.87 por ciento del total.

El 12.66 por ciento de las sanciones fueron por consumir estupefacientes, seguidas del 12.27 por ciento por estorbar en vía pública; el 8.67 por ciento por impedir la libertad de acción; el 5.45 por ciento por producir ruido o desorden y el 3.39 por ciento por orinar o defecar en lugares no autorizados.

"Trabajamos en turnos de 24 horas de labor por 48 de descanso en la mayoría de las delegaciones y los días de mayor trabajo son los sábados de quincena y días festivos.

"Se trae a los borrachos, indigentes, a los que inhalan en la vía pública o pintan en cualquier zaguán", explicó Eusebio Arturo Olivares Miranda, juez cívico 23 adscrito al primer turno en Tlalpan.

Los jueces cívicos también tienen la función de expedir constancias por abandono de hogar, de dependencia económica o de pérdida de documentos.

Final del Proceso

Rolando fue remitido a uno de los juzgados cívicos en donde el médico estableció que no se encontraba golpeado, pero que no estaba en condiciones de rendir su declaración porque estaba ebrio.

En teoría debería haber sido trasladado a la "sala de recuperación" para personas en estado de ebriedad con la que debe contar cada juzgado, pero como la mayoría de éstos no cuentan con instalaciones apropiadas, Rolando fue llevado directamente a las galeras.

El tamaño y condiciones de las celdas varía de juzgado en juzgado. En algunos casos los detenidos están acostados en el piso de una...

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