Tratar a mis pacientes como si fueran mi padre, mi madre o mis hermanos

AutorRoberto Ibarra Infante

La pandemia de covid-19 está siendo un desafío para todos. Y tomé la decisión de estar en la primera línea de batalla. Como neumólogo diagnostiqué al primer paciente con el virus SARS-CoV-2 en el estado de Zacatecas. Fue un compañero de profesión, a quien tuve la fortuna de conocer. Habíamos trabajado juntos en la especialidad. Llegó conmigo. Lo atendí en el área de urgencias de un hospital privado. Tenía ya un cuadro grave de neumonía. Me externó su preocupación porque estuvo en tratamiento con antibióticos tres semanas y su cuerpo no respondió favorablemente. Después de verme se internó casi de inmediato en el hospital del IMSS. Desafortunadamente falleció 13 días después.

Tras atender a mi compañero y colega tuve que aislarme de manera preventiva 14 días. Afortunadamente vivo sólo. Eso me permitió estar más tranquilo sabiendo que, en caso de tener la enfermedad, no podría contagiar a mi madre, mi padre, mis dos hermanos y mi hermana, quien también es doctora. De todos modos me realizaron la prueba PCR, que resultó negativa.

La muerte del doctor Renzo fue un golpe muy duro. A pesar de los esfuerzos que hicimos yo y los integrantes del equipo al que pertenezco, no logró sobrevivir. Junto con el dolor, en quienes atendemos pacientes con Covid-19 en el cuarto piso del hospital número 1 del IMSS, entró miedo, frustración, ansiedad. Muchos sentimientos encontrados. Pero también un deseo intenso de seguir ayudando, de aprender de esta nueva enfermedad para poder servir y estar mejor preparados para cuando llegaran más personas que necesitaran de nosotros.

Y así llegaron poco a poco más pacientes en distintos grados de enfermedad. Entonces arribó el doctor Chava. Me tocó recibirlo, también en estado muy delicado: con neumonía grave. Tuvimos que in-tubarlo 15 días, conectado a un respirador mecánico. Según las estadísticas, nueve de cada 10 pacientes en esa condición fallecen. El doctor Chava sobrevivió.

Apenas hace un par de días vi un video de él por internet. "Ya se está convirtiendo en influencer". Está alegre. Eso me llena de contento, de dicha y es un aliciente muy fuerte para seguir trabajando sin desfallecer. Y más si recordamos que don Chava tuvo complicaciones renales. En su cuarto se le tuvo que adaptar una máquina de hemodiálisis, con la ayuda de un nefrólogo se le conectaba a ella cada tercer día o cuando lo necesitaba.

Después de extubarlo, don Chava permaneció siete días más hospitalizado. Inició de inmediato su rehabilitación. Se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR