Una tregua con alfileres

AutorPatricia Lee Wynne

A comienzos de febrero, a las 8:15 de la mañana, una bomba cayó en el puesto de enfermería donde trabaja Irina, en el centro de la ciudad de Do-netsk. Murió el chofer y el médico quedó mal herido. Una semana antes había caído una bomba en la parada del trolebús cercana a su casa. El artefacto mató a 13 personas.

En el otro extremo de Ucrania, todos los habitantes de una aldea alquilaron dos autobuses y cruzaron la frontera hacia Rusia para evitar el llamado a filas realizado en enero por el gobierno de Petro Poroshenko.

Estas son las imágenes características de la Ucrania de hoy, al cumplirse, el 22 de febrero, un año de la caída del presidente Víctor Yanukovich. Hasta la fecha se cuentan casi 6 mil muertos y 1 millón 500 mil desplazados en la guerra que enfrenta al gobierno de Poroshenko con las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en la cual Kiev está sufriendo graves reveses militares.

Tras algunos meses de calma después del cese al fuego pactado en Minsk en septiembre de 2014, los combates se recrudecieron este año. El 22 de enero, después de 242 días de batalla, el aeropuerto de Donetsk, que se había convertido en un símbolo para el gobierno de Kiev, cayó en manos rebeldes, lo que marcó un quiebre en el curso de la guerra. Las fuerzas indepen-dentistas recuperaron cerca de 600 kilómetros cuadrados, cercaron a miles de soldados ucranianos en la "olla" de Debaltsevo, y fortalecieron su avance hacia el estratégico puerto de Mariupol en el mar de Azov, con 500 mil habitantes.

Alarmados por esta perspectiva, el 12 de febrero y tras extenuantes 17 horas de reunión en Minsk, Bielorrusia, los líderes de Alemania, Francia, Ucrania y Rusia llegaron a un frágil acuerdo: nuevo cese al fuego a partir del 15 de febrero y retiro de armamento pesado a lo largo de la línea del frente, pero no se acordó nada sobre la autonomía exigida por las regiones rebeldes.

Fractura

La caída de Yanukovich -tras cuatro meses de manifestaciones en la plaza Mai-dán contra la suspensión de la firma del tratado de asociación con la Unión Europea- abrió una crisis política que fracturó al país en dos. El nuevo gobierno, surgido con el apoyo de las regiones proeuropeas, no incluyó a un solo representante de la región oriental rusoparlante, la principal zona industrial del país, y propuso, como una de sus primeras iniciativas, prohibir el ruso como segunda lengua.

Esta fractura llevó al estallido de protestas "anti Maidán" en las regiones de Lugansk y Donetsk. El 16 de marzo, la estratégica República Autónoma de Crimea aprobó unirse a la Federación Rusa mediante un referéndum.

En abril, el nuevo gobierno de Kiev inició la Operación Antiterrorista, enviando al ejército a reprimir las protestas en el este, pero los soldados del ejército regular se negaron a disparar contra la población. El gobierno decidió crear fuerzas paramilita-res privadas, cuya columna vertebral fueron los activistas del Sector de Derecha y de Svoboda, dos organizaciones nacionalistas que se hicieron fuertes en la Plaza...

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